El enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Geir Pedersen, ha reiterado ante representantes de Rusia, Francia y Alemania la necesidad de que sean los sirios quienes lideren una transición política a la democracia, después del derrocamiento del presidente Bashar al Assad en una ofensiva encabezada por fuerzas rebeldes y yihadistas a finales de noviembre.
"Su mensaje constante es que los principios clave de la Resolución 2254 gozan de un amplio consenso", ha indicado la portavoz adjunta al secretario general de la ONU Florencia Soto Niño-Martínez, durante una rueda de prensa.
"Estos principios incluyen: una transición liderada y asumida por los sirios; establecer una gobernanza creíble, inclusiva y no sectaria, emprendiendo una reforma constitucional; y la celebración de elecciones libres y justas", ha añadido tras anunciar que Pedersen visitará el país a principios del próximo año.
En esta línea se expresó Pedersen el pasado sábado durante una comparecencia ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, un día después de que se registraran hostilidades en Deir Ezzor, aproximadamente a un kilómetro de las oficinas de la ONU.
La inseguridad, extendida a otras provincias del país como Alepo, Homs, Hama, Latakia, Tartús, Damasco, ha obligado a suspender las operaciones humanitarias en varias zonas del país, ha señalado la portavoz.
Pese a ello, la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha confirmado que durante el último mes, más de 1,7 millones de personas recibieron asistencia para poder acceder a un producto de primera necesidad como es el pan, y más de 265.000 recibieron otro tipo de apoyo alimentario.