Valladolid, 30 dic (EFE).- El entrenador del Real Valladolid, Diego Cocca, ha reconocido, en una entrevista a EFE, que siempre se centra en objetivos a corto plazo y el que le ocupa ahora es "lograr que el equipo se quede en Primera", para lo que considera que hay "buenos jugadores" que necesitan confianza y que deben ofrecer compromiso y voluntad.
Su antecesor en el cargo, Paulo Pezzolano, decía que su meta era triunfar en Europa, y el club blanquivioleta era un primer paso para lograrlo, pero Cocca no busca lo mismo, no piensa en lo que puede pasar más allá de esta temporada, ya que lo único importante es mantener la categoría.
Porque además es consciente de que no va a ser una tarea fácil, y lo ha sabido desde que le llamaron Bruno Mazziotti, gerente del Real Valladolid y el director deportivo, Domingo Catoira, para entrevistarle y recabar toda la información posible sobre su forma de trabajar.
El hecho de que le eligieran a él, tras haber entrevistado a una docena de candidatos, le aportó fuerza e ilusión para aceptar el reto de coger las riendas del banquillo blanquivioleta, a pesar de que no estaba pasando por su mejor momento, al ocupar la última plaza de la clasificación, con solo 12 puntos en 18 partidos.
"No conocía apenas nada del Valladolid, pero en cuanto supe de su interés empecé a investigar, a ver encuentros, a conocer su historia para adaptarme a una liga que es muy competitiva y en la que es muy difícil hallar una estabilidad, y menos si el límite salarial complica aún más todo", ha advertido.
Pudo presenciar al equipo en el compromiso ante el Valencia y lo que vio fue a unos jugadores "comprometidos y entregados", que salieron a darlo todo, y que lograron ganar, pero no pudieron repetirlo en su debut como técnico ante el Girona, de ahí que el cuadro vallisoletano sea el farolillo rojo.
Y, aunque insiste en esas ganas de la plantilla por revertir la situación, que demuestra en cada entrenamiento, también ha admitido que ha encontrado un grupo que "afortunadamente no está roto, pero sí ha perdido confianza ante la falta de buenos resultados".
Por eso, desde su llegada, ha buscado devolver esa seguridad a los futbolistas, transmitirles energía, darles herramientas para que sepan cómo afrontar los partidos y qué deben hacer en el campo según el rival que tengan delante, aportando una identidad y unas pautas claras.
Sumar de tres en tres resulta primordial para que puedan salir del pozo en el que se encuentran, y ahora el club debe lidiar con un mercado invernal en el que podrían salir jugadores determinantes como Raúl Moro o Juma Bah y en el que se debe saber fichar para reforzar posiciones clave.
"Queremos que se queden Juma y Raúl, porque nos interesan y tienen que venir jugadores que conozcan la liga, que puedan adaptarse rápidamente al equipo y aporten características que son necesarias, lo que hace prácticamente imposible que pueda venir Jeremy Márquez", ha indicado.
El nombre del centrocampista mexicano ha sonado con fuerza como refuerzo del Real Valladolid en los próximos meses, pero Cocca ha asegurado que hay muchos factores que hacen difícil la llegada de un jugador sin experiencia en la liga española, tanto desde un punto de vista presupuestario como táctico.
Pero él conoce bien a muchos futbolistas de México o Argentina, y puede que alguno tenga capacidad para asimilar con rapidez el cambio de liga, aunque ha indicado que deben ser cautos con los rumores sobre jugadores, como los que sitúan fuera del equipo a Kenedy o De la Hoz.
Y esos cambios que puedan producirse en el mercado invernal se añadirán a otros factores, como "tener claro qué se debe hacer dentro del campo, de qué manera, conocer los puntos fuertes y débiles para gestionarlos y el plan de juego más acorde a cada rival".
Diego Cocca, que ha dejado en México a su familia, espera poder demostrar en Valladolid lo que no le permitieron desarrollar en el país azteca con la selección ya que, tras siete partidos al frente de la misma, con cinco victorias, un empate y una derrota, se rescindió su contrato.
"Siempre estaré agradecido a México, porque me ha dado mucho, y cuando me llamó la selección, no tuve dudas, porque soy una persona que se deja llevar por el corazón, pero la Federación no se portó bien conmigo, ya que me destituyeron sin que hubiera razones para ello", ha apuntado.
Por eso quiere demostrar que tiene capacidad para asumir retos difíciles, para hacer posible lo que parece imposible, en un Real Valladolid que además podría cambiar de dueño en breve, ya que su presidente y máximo accionista, Ronaldo Nazário, ha anunciado que lo quiere vender para centrarse en su candidatura a la Federación de Brasil.
En este sentido, el técnico argentino ha asegurado que el equipo tiene que enfocarse en lo que depende de él, en armar un grupo que transmita pasión a la gente y por eso no debe influirle ningún aspecto extradeportivo que les desvíe del camino trazado.
Y aunque él jugó como defensa, al igual que su hijo, Manuel, quien ha militado en el Elche o el Tizona, y le sale más natural fijarse en esos puestos, aspira a ser "un entrenador completo", que tiene claro qué debe pedirle a cada uno y que sabe que, aunque el talento es importante, aún lo son más la voluntad y el compromiso.
Con Ronaldo solo ha hablado en una ocasión, cuando viajó a Madrid, pero ambos comparten la misma opinión: "En el Real Valladolid hay buenos jugadores y hay oportunidades para mantener al equipo en Primera división".
Y aunque a los Reyes Magos les ha pedido "salud, trabajo y amor", seguro que también le gustaría que le trajeran buenos refuerzos para abordar el próximo año y que, los que se queden, sean capaces de dar la vuelta a la tesitura actual y lograr la ansiada permanencia. EFE
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