San José, 27 dic (EFE).- El Herediano alcanzó su corona número 30 tras caer por 2-1 frente al Alajuelense en el partido de vuelta de la gran final del Torneo Apertura, pero con un marcador global 2-3 que lo consagra como campeón del fútbol de Costa Rica.
Los heredianos dirigidos por Jafet Soto llegaron al estadio Alejandro Morera Soto con la ventaja de 2-0 obtenida en la ida y, aunque se vio presionado desde el principio, supo resistir los embates rojinegros para asegurar su título número 30.
Con este resultado, el Herediano igualó en cetros al Alajuelense y recortó la distancia con el Saprissa, el club más laureado de Costa Rica con 40 campeonatos.
El Alajuelense, bajo la dirección técnica de Alexandre Guimaraes, sabía que debía remontar una diferencia de dos goles, por lo cual el encuentro se inició con gran intensidad. Su estrategia ofensiva dio frutos cuando el árbitro pitó penalti tras una falta hacia Celso Borges.
Tras revisión del VAR, el mismo Borges concretó desde los once pasos al minuto 3 del juego para poner el 1-0 (1-2 en el global) y darle ilusiones a su afición.
Pese al claro dominio del Alajuelense en el medio campo y las opciones de gol, el conjunto no logró concretarlas. El delantero Jonathan Moya desperdició una ocasión mano a mano con el arquero herediano Anthony Walker, pero se fue desviado.
Por su parte el Herediano, buscó resguardar la ventaja con la que llegó y apostó por el contragolpe.
Iniciando el segundo tiempo (46'), el rojinegro Diego Campos tras una buena combinación con Borges, marcó el 2-0. Con el 2-2 en el global, el partido se puso intenso y vibrante en la lucha por el título.
Richard Pérez probó con un remate de larga distancia pero el balón se fue a un costado, mientras que Andy Rojas tuvo la mejor oportunidad del Herediano a los 55 minutos pero el balón se fue por arriba del larguero.
Sin embargo, el Herediano fue paciente, aguantó la presión y cuando tuvo la oportunidad de oro liquidó de la mano del goleador Allan Cruz al minuto 69, con un remate de larga distancia, para poner la sentencia definitiva por 2-1, para un global 2-3.
Tras el pitido final, los jugadores de ambos equipos terminaron en golpes, y posteriormente la afición también protagonizó enfrentamientos en las gradas y con la policía, empañando el cierre del torneo costarricense. Debido a estos incidentes, la premiación tuvo que realizarse dentro de los camerinos para resguardar la seguridad de los jugadores. EFE