Kiko Rivera ha reaparecido este jueves coincidiendo con el último concierto del año de Isabel Pantoja en el Festival Christmas Starlite en Madrid. Mientras la tonadillera ponía el broche de oro a su gira '50 Aniversario' con un show navideño en el que lo dio todo sobre el escenario y en el que, emocionada, no pudo contener las lágrimas al recordar a sus hijos, el Dj disfrutaba de un plan familiar de lo más cotidiano en Sevilla.
Aprovechando las vacaciones de Navidad, Kiko e Irene Rosales han llevado a sus hijas Ana (9) y Carlota (6), y al mayor de la casa, Francisco (12) -que el cantante de 'Quítate el top' tiene en común con Jessica Bueno- al dentista para someterse a una revisión dental en estas fechas en las que el turrón y los polvorones forman parte del menú diario.
En primer lugar era Irene la que abandonaba la clínica con una sonrisa y revelando que han pasado la Navidad tranquilos en casa, aunque prefería dejar en el aire cómo se encuentra su marido y si le ha 'tocado' de alguna manera el concierto de su madre en Madrid.
Minutos después Kiko salía del dentista acompañado por sus tres hijos y, muy serio y pendiente en todo momento de sus pequeños, hacía oídos sordos a las preguntas sobre la tonadillera, guardando silencio absoluto cuando le preguntamos si le deseaba lo mejor en su último compromiso de la gira '50 Aniversario'. Una actitud de indiferencia con la que deja entrever que continúa firme en su decisión de no tener ningún tipo de relación con su madre.