Rabat, 26 dic (EFE).- La producción de cannabis lícito en Marruecos se multiplicó casi por catorce en 2024 y se situó en 4082,4 toneladas frente a solo 294 toneladas en 2023, según el balance anual de la Agencia Nacional de Reglamentación de las Actividades Relativas al Cannabis (ANRAC, el organismo que controla el cultivo de esta planta, de la que deriva el hachis y la marihuana).
Según indicó a EFE una fuente de ANRAC, la producción este año -que tuvo un rendimiento medio de 2 toneladas por hectárea- ha sido repartida entre 1.295,7 toneladas de la variedad importada de cannabis y 2.786,7 toneladas de la variedad autóctona (beldia).
La superficie destinada al cultivo de cannabis lícito se ha situado en 2.169 hectáreas en 2024, plantadas por 2.647 agricultores agrupados en 189 cooperativas.
En 2024, el Gobierno marroquí otorgó un total 3.371 licencias para el cultivo, transformación, comercio y exportación del cannabis, frente a 430 licencias el año pasado.
La gran mayoría de las licencias fueron entregados a los agricultores para tareas de cultivo y producción; y el resto, 315 autorizaciones, fueron destinadas a las actividades de transformación, comercialización, exportación, importación, transporte, exportación de semillas y montaje y manejo de viveros.
Además, ANRAC otorgó en 2024 la certificación de 7,6 millones de semillas importadas de cannabis a raíz de 30 licencias de importación entregadas, a su vez, por la Oficina Nacional de Seguridad Sanitaria de Productos Alimentarios (ONSSA) a 21 importadores.
Marruecos, uno de los principales productores mundiales de cannabis de la que deriva el hachís, aprobó por primera vez en 2021 la legalización del cultivo de esta planta para usos medicinales e industriales pero sigue castigando su uso 'recreativo', y en 2023 se realizó la primera cosecha legal.
El objetivo del gobierno con la legalización, que afecta exclusivamente las tres provincias rifeñas de Alhucemas, Chaouen y Taounat, es mejorar el nivel de vida de cerca de 60.000 familias de condición humilde que viven del cannabis y que son generalmente propietarios de pequeñas explotaciones, según datos oficiales de 2021.
El pasado agosto, el rey Mohamed VI concedió por primera vez indulto a 4.831 cultivadores tradicionales que habían sido procesados, buscados o condenados porque se habían dedicado durante décadas a esta actividad cuando era ilícita.
De acuerdo con un reciente informe del Ministerio de Interior marroquí, la superficie destinada al cultivo de cannabis ilegal bajó en un 79 % y pasó de 134.000 hectáreas en 2003 a 27.148 hectáreas en 2023.
En los primeros nueve meses de 2024, las autoridades del país decomisaron un total de 249 toneladas de chira (hachís). EFE