Jartum, 25 dic (EFE).- El Gobierno de Sudán denunció este miércoles la "negativa de Chad" de permitir que "más de 6.000 alumnos y alumnas" sudaneses que se refugiaron al país vecino por la guerra sudanesa cursen exámenes, algo que consideró "una amenaza a su futuro educativo".
Según un comunicado del Ministerio de Exteriores sudanés, esos alumnos se refugiaron debido a "las violaciones cometidas por la milicia rebelde", en alusión a las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), en el estado del Darfur Occidental, fronterizo con el territorio chadiano.
"El Ministerio de Exteriores ha hecho todos los esfuerzos posibles a través de la comunicación directa y el Alto Comisionado para los Refugiados (de la ONU) para convencer a las autoridades chadianas de que celebren los exámenes, para que los estudiantes refugiados no se vean perjudicados por evaluaciones políticas erróneas, sin ningún resultado", se apunta en la nota.
Advirtió de que "privar a estudiantes inocentes del derecho a la educación y amenazar su futuro representa una clara violación de uno de los principios básicos de los derechos humanos, y una negación de las estrechas relaciones históricas entre los dos pueblos hermanos".
La nota volvió a acusa al gobierno de Chad de adoptar "enfoque hostil hacia Sudán", y de "proporcionar todo tipo de apoyo a la milicia rebeldes (las FAR), sirviendo la agenda de los patrocinadores regionales de la milicia terrorista".
El Gobierno de Chad, país que acoge a centenares de miles de refugiados sudaneses por la guerra, no han reaccionado a esas afirmaciones.
Las autoridades sudanesas, controladas por el Ejército, han acusado en varias ocasiones a Chad y Emiratos Árabes Unidos de enviar armas, incluidos drones, a los paramilitares sudaneses que controlan toda la extensa región de Darfur, compuesta por cinco estados, excepto la ciudad de Al Fasher, capital del estado de Darfur del Norte.
La guerra en Sudán ha provocado decenas de miles de muertos, y ha convertido al país en el escenario de la peor crisis de desplazamiento del planeta después de que más de 14 millones de personas se hayan visto obligadas a abandonar sus hogares, más de 3 millones de ellos a otros Estados. EFE