Damasco, 25 dic (EFE).- Al menos 66 personas murieron por la explosión de minas y munición sin detonar abandonadas en distintas áreas de Siria, desde el derrocamiento hace poco más de tres semanas del régimen de Bachar al Asad, informó este miércoles el Observatorio sirio de Derechos Humanos.
La ONG, con sede en el Reino Unido pero que cuenta con una amplia red de colaboradores en el terreno, detalló en un comunicado que otras 75 personas resultaron heridas de diversa consideración, y avisó que esos "restos de la guerra representan una "fuente de temor" para millones de refugiados y desplazados que deseen regresar a sus hogares.
"Entre los escombros de las aldeas y barrios destruidos, hay dispersos restos de guerra, minas y municiones sin detonar, que representan una amenaza para la vida y una fuente de temor para quienes desean regresard y un obstáculo ante la reconstrucción y la vuelta a la normalidad" en Siria, apuntó la nota.
Subrayó que sólo en Damasco y sus inmediaciones un total de 55 personas perdieron la vida por la detonación de esos "restos de la guerra", entre ellas ocho niños y cinco mujeres.
La guerra en Siria comenzó tras la violenta represión por Al Asad de las revueltas populares de 2011, y terminó acabando con su régimen el pasado día 8 por una coalición de facciones insurgentes lideradas por el islamista Organismo de Liberación del Levante (Hayat Tahrir al Sham, HTS, en árabe).
Pese a las señales y declaraciones positivas del nuevo hombre fuerte de Siria, Ahmed al Sharaa, que capitanea el HTS, sobre el futuro del país árabe, la reconstrucción y la eliminación de minas y munición abandonadas por la guerra sigue siendo uno de los mayores obstáculos ante el regreso de los refugiados y desplazados.
En este contexto se expresó el lunes el subsecretario general para Asuntos Humanitarios y coordinador de emergencias de la ONU, Tom Fletcher, en una entrevista con el canal de televisión libanés Al Nahar, en la que avisó que el regreso "seguro" de los refugiados "requiere una estrategia a largo plazo" por esos mismos motivos.
Se estima que unos seis millones de sirios se refugiaron en otros países durante los catorce años de la guerra, mientras que otros centenares de miles se vieron obligados a desplazarse dentro del país en busca de refugio seguro.
"El Observatorio Sirio de Derechos Humanos renueva su llamamiento a las organizaciones internacionales para que trabajen en la retirada de los restos de guerra del territorio sirio teniendo en cuenta los peligros que suponen para la vida de la población, ya que están muy extendidos", concluyó la ONG. EFE