Bruselas, 23 dic (EFE).- El presidente de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) y director general del Grupo Renault, Luca de Meo, instó a la Comisión Europea a que tome medidas "claras" sobre las normas de CO2 antes de finales de 2024 para evitar daños a la competitividad y al empleo.
"Sin una declaración política clara de la Comisión Europea antes de finales de 2024, como también han pedido los gobiernos alemán, francés, italiano y de otros países europeos, la industria del automóvil corre el riesgo de perder hasta 16.000 millones de euros en capacidad de inversión, ya sea pagando multas, reduciendo la producción, asociándose con competidores extranjeros o vendiendo vehículos eléctricos con pérdidas", dijo De Meo.
En una declaración publicada en su página web, la ACEA pidió así a los responsables de la toma de decisiones de la UE que creen "claridad" sobre el empleo y las inversiones antes de fin de año "para apoyar, en lugar de obstaculizar, la transición verde y evitar daños innecesarios a la competitividad de Europa".
"Esperar al inicio del diálogo estratégico de la Comisión sobre el futuro de la industria del automóvil o a la revisión de la legislación sobre el CO2 en 2026 no es una opción, por muy bienvenidas y necesarias que sean ambas", subrayó De Meo.
Y recalcó que "los fabricantes necesitan claridad ahora para finalizar las estrategias de cumplimiento, hacer acuerdos de agrupación y otras disposiciones para 2025".
En el comunicado, la industria europea del automóvil remarcó que sigue comprometida con el objetivo de neutralidad climática de la UE para 2050 y con la transición hacia una movilidad de cero emisiones.
Sin embargo, a medida que en 2025 entren en vigor los nuevos límites de emisiones de CO2 para automóviles y furgonetas, los fabricantes de automóviles serán los únicos que sufrirán las consecuencias perjudiciales si no se cumplen los objetivos, aseguró ACEA.
A diferencia de hace cuatro años, para cumplir con los objetivos más estrictos de reducción de CO2, según ACEA, esta vez es necesaria una interacción fluida de factores que están dentro y fuera del control directo de los fabricantes.
Agregaron que las ventas de vehículos eléctricos están estancadas actualmente en alrededor del 13% de la cuota de mercado, es decir, 10 puntos porcentuales por debajo de lo que deberían estar, y esta brecha -advirtieron- es demasiado grande para cerrarla a tiempo.
Por ello, la ACEA insistió en que "una declaración de apoyo oportuna e inequívoca en este momento crucial de la transición es fundamental para garantizar la competitividad y los empleos a lo largo de la cadena de valor".
"En un sistema que funcione bien el pago de multas debería ser la excepción, no la norma. Y evitar las multas debería basarse en criterios económicos sólidos, no en causar daños", afirmó De Meo.
Recordó que los miembros de la ACEA han prometido 250.000 millones de euros para la transición a la movilidad ecológica, pero la transición "no va según lo previsto" y "apegarse a la rigidez legal conduce a daños potencialmente irreversibles".
"La flexibilidad legal, en cambio, mantendrá el flujo de inversiones y la transición en marcha", concluyó. EFE