Tiflis, 22 dic (EFE).- La presidenta georgiana, Salomé Zurabishvili, cuyo mandato expira el 29 de diciembre, dio este domingo una semana al Gobierno para fijar la fecha de nuevas elecciones parlamentarias al no reconocer los comicios del 26 de octubre, cuyo resultado también rechaza la oposición.
"Tenemos que consensuar la fecha de nuevas elecciones antes del 29 de diciembre", dijo Zurabishvili durante una manifestación antigubernamental en el centro de Tiflis.
La mandataria agregó que está dispuesta a reunirse en su residencia con el hombre fuerte del país, el presidente honorífico del gobernante Sueño Georgiano, Bidzina Ivanishvili, para solucionar la crisis política que vive el país.
"Que venga a mi palacio Bidzina Ivanishvili, que es el que manda y pensaremos cómo fijar nuevas elecciones", afirmó y prometió dar mañana más detalles sobre su propuesta debido a unos problemas de sonido durante la manifestación que afectaron la duración de su discurso.
La presidenta insistió en que hasta el 29 de diciembre existe la posibilidad de "llevar el país por el camino de la democracia y la unidad como ejemplo para todo el mundo".
El primer ministro de Georgia, Irakli Kobajidze, advirtió horas antes de que Zurabishvili puede acabar "entre rejas" si no abandona el poder tras expirar su mandato el próximo domingo.
"Veremos dónde continúa su vida, entre rejas o en libertad", dijo en rueda de prensa el jefe del Ejecutivo.
El dirigente georgiano aseguró que no hay un fundamento legal para repetir los comicios y que Zurabishvili y la oposición radical están cumpliendo órdenes de sus "amos extranjeros".
"Espero que (Zurabishvili) tenga suficiente sentido común para no violar la Constitución y el Código Penal, ya que esto amenaza con muchos años de prisión", insistió el primer ministro.
La oposición georgiana pidió la semana pasada a la Unión Europea que imponga sanciones y declare "ilegítimo" al Gobierno del país caucásico, encabezado desde 2012 por el partido Sueño Georgiano, que congeló el pasado noviembre las negociaciones sobre el ingreso en el bloque comunitario en un giro en el que los opositores ven la mano de Moscú.EFE