La Presidencia de República Democrática del Congo (RDC), Félix Tshisekedi, ha reafirmado que rechazará cualquier negociación directa con el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) y ha denunciado que Ruanda haya mostrado "un claro deseo de sabotear los esfuerzos de paz" respecto a las conversaciones canceladas entre ambos en Angola para abordar el conflicto en el este del país.
Kinsasa ha recordado que el objetivo de la cumbre era adoptar un proyecto de acuerdo "negociado y preparado de buena fe por los ministros de Asuntos Exteriores de nuestros tres países" con vistas a restablecer la paz en la región, según ha declarado el portavoz gubernamental, Patrick Muyaya, recogido por el medio congoleño Radio Okapi.
Según el Ejecutivo congoleño, esta propuesta de Kigali ha bloqueado el proceso y "saboteado los esfuerzos de paz", además de desafiar compromisos internacionales y resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
El Gobierno de RDC también ha instado a la comunidad internacional a "sacar las consecuencias de este fracaso" y actuar con firmeza ante la actitud de Ruanda, que, según él, continúa alimentando la inseguridad en el país y violando compromisos asumidos.
El pasado lunes, el Ministerio de Exteriores ruandés achacó la cancelación de la cumbre trilateral a la falta de "consenso" en la reunión ministerial celebrada en Luanda durante la jornada del sábado, en la que RDC rechazó abrir conversaciones directas con el M23 para alcanzar un acuerdo de paz.
Por su parte, el ministro de Exteriores de Angola, Téte António, manifestó que el proyecto de acuerdo para alcanzar la paz en el este de RDC "ya está negociado en un 99 por ciento", puesto que ha habido entendimientos en cuestiones clave como la retirada de las fuerzas ruandesas y de las FDLR.
La cumbre había sido presentada como una oportunidad para que ambos países lograran un acuerdo negociado a sus tensiones en torno al conflicto entre las fuerzas de RDC y el M23. Lourenço ha jugado un papel de mediador como representante de la Unión Africana (UA), y en el pasado a recibido a las delegaciones para intentar que acerquen posturas.
De hecho, Angola logró en agosto mediar una frágil tregua entre las partes, si bien se han seguido registrando enfrentamientos intermitentes en la zona, en medio de las acusaciones cruzadas entre el Ejército y el M23 sobre violaciones del pacto, que sin embarco sigue técnicamente en pie.
El M23 es un grupo rebelde integrado principalmente por tutsis congoleños que opera principalmente en la provincia de Kivyu Norte. Tras un conflicto entre 2012 y 2013, se firmó un acuerdo de paz, si bien el grupo lanzó una nueva ofensiva a finales de 2022.
La situación ha provocado una crisis diplomática entre RDC y Ruanda por su apoyo al grupo, haciendo temer un conflicto a gran escala. Kigali, por su parte, acusa a Kinshasa de reprimir a los tutsis congoleños con apoyo de grupos como las FDLR, fundado e integrado principalmente por hutus responsables del genocidio de 1994 en Ruanda.