El asesinato de dos periodistas evidencia los peligros en el norte de Siria

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   Mohamed Siali

Qamishli (Siria), 22 dic (EFE).- El asesinato de dos periodistas kurdos turcos en un ataque aéreo en el norte de Siria el jueves evidencia los peligros que enfrentan los reporteros en la región, donde alrededor de 30 informadores fueron asesinados desde el inicio de la crisis siria en 2011, según estadísticas locales.

Cihan Bilgin, 28 años, y Nazim Dastan, 32 años, murieron y su conductor resultó herido cuando el vehículo en el que viajaban fue alcanzado por un ataque aéreo mientras regresaban de cubrir los combates en el noreste de Alepo, donde las Fuerzas de Siria Democrática (FSD, kurdas) y facciones leales a Turquía combaten por el control de la estratégica presa de Tishrin.

Los informadores llegaron al noreste de Siria entre 2014 y 2017, en el marco de la solidaridad de los kurdos turcos con sus homólogos sirios, y trabajaron para la agencia de noticias Hawar (ANHA), fundada en 2013 en la ciudad siria de Qamishli para ofrecer noticias desde una perspectiva nacionalista kurda.

"Después de terminar su trabajo, se dirigieron a la ciudad de Sarrin, lejos del frente, en busca de una mejor cobertura para enviar su material a la agencia, y fueron atacados", dijo a EFE la periodista de Hawar, Arin Sweid, quien acusa a Turquía de llevar a cabo los ataques contra periodistas utilizando drones.

La tristeza se apoderó de sus colegas en la sede de la agencia, ubicada en un barrio popular de Qamishli, donde se colocó una foto de Bilgin sobre su despacho, desde el cual trabajó durante los últimos siete años. "Su principal cualidad era que su corazón siempre latía con valentía", dijo Sweid sobre ella.

Críticas al silencio internacional

Mientras los periodistas en el noreste de Siria recuerdan el alto número de colegas asesinados, incluidas ocho mujeres, coinciden en denunciar el fracaso de la comunidad internacional y las organizaciones defensoras de periodistas en proteger a sus compañeros.

"Como periodista, tengo derecho a informar sobre lo que sucede en el terreno, pero cada día me pregunto si regresaré a casa sana y salva. Los periodistas están haciendo su trabajo y deben ser protegidos. La comunidad internacional debe tomar una posición firme", afirmó Sweid.

"La solución radica en poner fin a la guerra en Siria, detener los ataques turcos y que las instituciones internacionales pertinentes cumplan con su deber respecto a estos ataques. Son negligentes, por lo que estos ataques continúan", dijo Alan Maish, periodista del canal kurdo Ronahi.

Este canal, con sede en las afueras de la ciudad de Hasaka, en el norte de Siria, perdió a su corresponsal Mustafa Mohamed en julio de 2016, quien murió a causa de sus heridas tras la explosión de una mina mientras cubría la liberación de la ciudad de Manbech, al noreste de Alepo, del Estado Islámico (EI).

Por su parte, la agencia Hawar perdió a seis periodistas desde 2013 mientras realizaban su trabajo, ya sea cubriendo la guerra contra el EI o los enfrentamientos entre las fuerzas kurdas y las facciones armadas leales a Turquía.

El 30 de agosto del año pasado, un coche que transportaba a un equipo de periodistas del canal kurdo JIN TV (televisión dedicada a temas de mujeres) fue bombardeado en la carretera entre Qamishli y Amuda, lo que resultó en la muerte del conductor y heridas graves a la periodista Dalila Akid.

En 2017, tres corresponsales de la agencia Hawar fueron asesinados en  Deir ez-Zor, en el este de Siria, durante un ataque suicida del EI que también mató a varios civiles.

"Resulté herido por una esquirla en el pecho durante un ataque de mortero en la invasión turca de las zonas de Ras al Ain y Tel Abyad (en el norte de Siria) en 2019", dice el periodista Dilyar Jazeri, y agrega que este ataque ocurrió a más de 50 kilómetros de la zona de combate.

Escasez de precaución

Aunque la mayoría de los periodistas locales no tienen formación como corresponsales de guerra, afirman que han cubierto los combates en la región durante más de diez años y que tienen experiencia en el campo.

Kamiran Hasán, un conductor que transporta periodistas a los frentes, recuerda haber sobrevivido por poco en 2014 cuando estaba en su coche con periodistas jordanos durante un ataque del EI cerca del lago Khatuniyah, en las afueras de Hasaka.

"Fue un ataque de mortero, todos en mi coche resultaron heridos por las esquirlas, y yo tuve que someterme a una cirugía para extraer una esquirla de mi espalda. Los chalecos antibalas nos salvaron la vida", añade.

Asegura que algunos periodistas han sido asesinados o heridos por no usar equipo de protección o no coordinarse con las fuerzas kurdas al dirigirse a los frentes de batalla.

Según Reporteros Sin Fronteras, 283 periodistas han sido asesinados en Siria desde el inicio del levantamiento popular contra el régimen de Bachar al Asad, derrocado el pasado 8 de este mes. De ellos, 161 fueron asesinados por el Ejército sirio y las milicias leales a él. EFE

(vídeo)(foto)

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