Pekín, 20 dic (EFE).- Las muestras recogidas en la cara oculta de la Luna por la sonda china Chang'e-6 han aportado nuevos datos sobre la evolución del campo magnético de nuestro satélite que desafían teorías científicas previamente aceptadas.
Un estudio publicado esta semana en la revista científica Nature muestra que hace 2.800 millones de años se produjo un resurgimiento inesperado en la intensidad del campo magnético lunar, tras un brusco declive registrado 300 millones de años antes.
Este hallazgo contradice la teoría predominante de que el campo magnético lunar permaneció en un estado de baja energía tras aquel declive.
La investigación se basa en el análisis de 1.935,3 gramos de muestras lunares traídas a la Tierra el pasado junio por la misión Chang'e-6.
Entre ellas, algunos fragmentos de basalto de la cara oculta de la Luna fueron estudiados por expertos del Instituto de Geología y Geofísica de la Academia China de Ciencias, quienes detectaron un aumento en las intensidades paleomagnéticas, lo que sugiere una posible reactivación del magnetismo lunar.
Los científicos atribuyen este resurgimiento a cambios en las fuentes de energía primarias o a una revitalización de las fuerzas iniciales que impulsaban el mecanismo. Se trata del primer registro paleomagnético obtenido de la cara oculta de la Luna, lo que arroja luz sobre las etapas intermedias de la evolución del campo magnético lunar.
El satélite, que carece de un campo magnético global en la actualidad, habría tenido un magnetismo similar al terrestre hace entre 4.200 y 3.500 millones de años, con declives marcados antes de extinguirse por completo hace aproximadamente mil millones de años.
Sin embargo, los datos existentes hasta ahora se concentraban en el periodo anterior a los 3.000 millones de años, dejando una laguna en el conocimiento sobre las fases intermedias y finales de su evolución magnética, especialmente en la cara oculta.
El programa chino Chang'e, nombrado en honor a una legendaria diosa que se cree que vive en la Luna, comenzó con el lanzamiento de una primera sonda en 2007.
Este año, la Chang'e 6 logró traer a la Tierra las primeras muestras de la cara oculta de nuestro satélite.
En los últimos años, Pekín ha invertido fuertemente en su programa espacial y alcanzado hitos como el exitoso alunizaje de la Chang’e 4 en la cara oculta de la Luna en enero de 2019, un logro que ningún otro país había obtenido hasta la fecha, y la construcción de su propia estación espacial. EFE