Mohamed Siali
Qamishli (Siria), 20 dic (EFE).- Las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), dependientes de la administración kurda que gobierna de facto el noreste de Siria, rechazan disolverse tras el colapso del régimen de Bachar al Asad, como exigen Turquía y el gobierno provisional islamista instalado en Damasco, para evitar el "genocidio" del pueblo kurdo.
En declaraciones a EFE en la ciudad de Hasaka, en el norte de Siria, un líder y portavoz en las FSD, Siamand Ali, criticó la "obstinación" de las facciones leales a Turquía en continuar la guerra y la falta de apertura del gobierno provisional en Damasco hacia los demás componentes del pueblo sirio.
También exigió un alto el fuego total en todo el territorio sirio como condición para aceptar participar con el nuevo gobierno.
No hay disolución de las FSD
"En las actuales circunstancias que vive Siria y ante el comportamiento de las distintas partes hacia nosotros, es imposible disolver las fuerzas militares", afirmó a Efe Ali, también portavoz de las Unidades kurdas de la Defensa al Pueblo (YPG, consideras terroristas por Turquía), integradas en las FSD.
En ese sentido, subrayó la necesidad de mantener la administración autónoma en el noreste de Siria y las fuerzas que protegen las áreas kurdas, "sin intenciones separatistas", y como un modelo para toda Siria.
Debido a la amenaza de las fuerzas rebeldes proturcas en el norte de Siria, las FSD han evacuado todas sus sedes oficiales y su presencia militar es inexistente en el espacio público.
En la sede donde Ali concedió la entrevista a EFE no hay signos de actividad militar, solo se ven las estandartes del grupo armado y fotos de sus combatientes que murieron en las batallas contra el Estado Islámico (EI) y las facciones leales a Turquía.
Ali recordó que las FSD no son el único grupo armado que mantiene sus armas, ya que hay otras facciones armadas en Deraa y Sueida, en el sur del país, así como facciones leales a Turquía en el norte, que son "un obstáculo para la transición política porque reciben órdenes del exterior".
Las FDS se formaron en 2015 mediante la unificación de las fuerzas de autodefensa de las comunidades kurda, siríaca y árabe en el norte de Siria para proteger la región de los ataques del grupo terrorista EI y establecer la seguridad.
Combates contra proturcos
A pesar de la ausencia de fuerzas militares en el espacio público, todas las rutas y calles principales de las ciudades están llenas de puestos de control de las Fuerzas de Seguridad Interna (policía kurda), equipadas solo con armas ligeras.
Desde principios de este mes, las facciones proturcas agrupadas en el denominado Ejército Nacional Sirio (SNA) han lanzado ataques continuos contra las FSD al noreste de Alepo, en el extremo occidental de la zona controlada por las tropas kurdas, lo que ha llevado a estas milicias a tomar la ciudad de Manbech (a unos 70 kilómetros al noreste de Alepo).
Ali explicó que sus fuerzas se retiraron de esa población como un gesto de buena voluntad para detener la guerra, pero las facciones leales a Turquía continuaron las hostilidades en los alrededores de la presa de Tishrin y el estratégico puente de Qara Kozak, único paso entre las dos orillas del río Éufrates en esta región.
Señaló que sus fuerzas entraron en negociaciones con estas fuerzas con mediación de EE.UU. y Francia para detener los combates pero el gobierno turco planteó "demandas imposibles", como la disolución de las FSD.
"En las actuales circunstancias que vive Siria, y con el apoyo aéreo turco a las facciones que nos combaten, disolver nuestras fuerzas expondría a nuestro pueblo al genocidio", recalcó.
Exigencias turcas
El Gobierno turco también exige la reubicación de la tumba del sultán otomano Suleiman Shah (1178-1236) en la población de Qara Kozak, cerca del puente homónimo, después de que sus restos fueran trasladados a Turquía en 2015 por temor a que fueran destruidos por los combatientes del EI que habían llegado a la zona.
Las FSD aceptaron devolver los restos al norte de Siria, pero rechazaron la demanda turca de introducir sus fuerzas en territorio sirio para la protección permanente de la tumba. "El Estado turco intenta aprovechar la recuperación de los restos para construir una base militar", dijo.
En cuanto al proceso de transición política liderado por Hayat Tahrir al Sham (HTS) tras la caída del régimen de Al Asad, el comandante kurdo aseguró que no hay negociaciones directas con este grupo islamista, que, considera, cometió un error al asumir el poder en solitario.
"No hay contactos oficiales hasta el momento con el gobierno de Damasco, solo recibimos mensajes a través de intermediarios y los tratamos positivamente", añade.
El gobierno provisional establecido por la HTS tras la caída del régimen de Al Asad el pasado 8 de diciembre ha exigido la disolución de todos los grupos armados en el país y la incorporación de sus miembros a un ejército nacional unificado. EFE
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