París, 20 dic (EFE).- El primer ministro francés, François Bayrou, comprobó este viernes cómo su llamamiento a los partidos moderados a integrar su nuevo Gobierno recibía un rechazo de la izquierda y poco entusiasmo por parte de la derecha, sin que haya conseguido su propósito de ampliar su base parlamentaria.
Socialistas, comunistas y ecologistas cerraron la puerta a integrar el nuevo Ejecutivo, mientras que la derecha moderada la recibió con mucha frialdad y alargó los plazos para responder a Bayrou.
El centrista, que se propuso nombrar su nuevo gabinete este fin de semana o, "en todo caso antes de navidad", está viendo cómo pasa el tiempo y no ha conseguido más apoyos que los que ya tuvo su antecesor, el conservador Michel Barnier, que apenas resistió tres meses en el cargo.
Su objetivo de atraer a los socialistas, para no tener que depender de la extrema derecha, no ha encontrado eco favorable en el PS, que tras reunirse con el primer ministro aseguró no encontrar motivos suficientes para no votar una eventual moción de censura.
Lejos de romper con la alianza de izquierdas liderada por Jean-Luc Mélenchon (La Francia Insumisa, LFI), los socialistas parecen más atraídos por mantener ese bloque.
"Bayrou no pasará el invierno", aseguró Mélenchon este viernes a Le Parisien, donde consideró que la ausencia de mayoría parlamentaria del nuevo primer ministro acabará con otra moción de censura.
Sus palabras aumentan la presión sobre los socialistas, que podrían estar tentados de romper la alianza de izquierdas.
En cuento a la derecha moderada, son los que más abiertos se han mostrado a integrar el Ejecutivo, pero sus líderes aseguran que necesitan conocer mejor la línea política del nuevo primer ministro.
Todo apunta a que las negociaciones continuarán durante el fin de semana para integrar un nuevo Gobierno, con la intención de preparar un presupuesto para 2025 que Bayrou aseguró que buscarán presentar a mediados de febrero.
El tiempo corre en contra del primer ministro. El 14 de enero está previsto su discurso de política general ante la Asamblea Nacional, lo que marcará el inicio del nuevo curso político.
Mélenchon ya ha anunciado su intención de presentar una moción de censura dos días más tarde, al tiempo que reiteró que desea la dimisión del presidente, Emmanuel Macron.
El líder izquierdista se mostró convencido de que en unas presidenciales adelantadas él se jugaría el Elíseo con la ultraderechista Marine Le Pen, quien hace unos días también confesó que se prepara para un adelanto electoral.
Aunque la líder de la extrema derecha, finalista de las dos últimas presidenciales, tendrá una importante cita antes: el 31 de marzo se conocerá el veredicto del juicio por la financiación ilegal de su partido que puede costarle una inhabilitación. EFE