Hong Kong, 18 dic (EFE).- El presidente chino, Xi Jinping, llegó este miércoles a Macao bajo estrictas medidas de seguridad para participar en la conmemoración del 25º aniversario del traspaso de la ciudad de la administración portuguesa a China, en la que se anticipa que instará a la industria de los casinos a fomentar una mayor diversificación.
Este viaje al corazón del mayor mercado de juego del mundo marca su tercera visita como presidente y coincide con la toma de posesión del nuevo jefe ejecutivo del territorio, Sam Hou-fai, elegido en octubre. La ceremonia, presidida por Xi, representará el relevo del anterior líder, Ho Iat-seng, quien decidió no postularse para la reelección por motivos de salud.
Sam se convertirá este viernes en el primer dirigente de la región originario de China continental, aunque no cuenta con experiencia en el sector empresarial, habiendo dedicado toda su carrera profesional a la judicatura.
Entretanto, se han reforzado las medidas de seguridad en toda la región, y la Oficina Marítima y Acuática ha intensificado sus operaciones de patrullaje en aguas locales, realizando controles más frecuentes a lo largo de la costa e inspecciones en embarcaciones para detectar posibles contrabandos, incluidos explosivos.
Asimismo, los distintos puntos de entrada a la región han aumentado sus precauciones, como el aeropuerto, que ha implementado protocolos adicionales, mientras que el puente Hong Kong-Zhuhai-Macao está realizando controles adicionales de vehículos, según el rotativo Macao News.
Mientras se despertaron temores de que estas medidas pudieran llevar a un declive en el negocio de los casinos de la región, un estudio de Citigroup, citado por varios medios de comunicación locales, indica lo contrario, ya que sugiere que "son numerosos los jugadores de la región cuyo apetito lúdico parece poco afectado por la visita de Xi".
Esta región administrativa especial de China es el único lugar del país donde el juego es legal, y su economía depende en gran medida de la industria de los casinos, que contribuye con cerca del 80 % de los ingresos fiscales regionales.
No obstante, Macao pretende “convertirse en un centro mundial de turismo y ocio, una plataforma comercial entre China y los países de habla portuguesa y un intercambio cultural entre Oriente y Occidente para impulsar la diversificación económica moderada y el crecimiento sostenible de la ciudad”, de acuerdo con las autoridades.
Desde su llegada al poder en 2013, Xi ha impulsado una "diversificación adecuada y un desarrollo sostenible" de la economía de la región semiautónoma, incluyendo tanto los casinos como el flujo de capitales transfronterizos, en el marco de su campaña contra la corrupción.
A semejanza de Hong Kong, en la excolonia portuguesa rige el principio de 'un país, dos sistemas', un modelo que promete un alto grado de autonomía, un ordenamiento jurídico propio y mayores salvaguardias de las libertades civiles que en China continental.
El jefe del ejecutivo hongkonés, John Lee, liderará una delegación a Macao para asistir a la investidura, y previamente expresó su deseo de establecer contactos con el nuevo dirigente local, destacando que "ambas regiones pueden complementarse y aprovechar su historia para diversificar sus economías y promover el desarrollo conjunto".
Durante su visita en 2019 con motivo del 20º aniversario de la devolución de Macao a China, Xi elogió al entonces gobierno local por su "lealtad" y sus "logros" en diversas áreas, incluyendo la defensa de la seguridad nacional, el mantenimiento de la estabilidad social, el fomento del desarrollo económico, y la profundización de la cooperación con la parte continental de China.
En aquella ocasión, el dirigente chino se abstuvo de mencionar a Hong Kong, que se encontraba sumida en multitudinarias protestas contra el gobierno y el régimen de Pekín desde junio de 2019. Los elogios dirigidos al gobierno de Macao fueron interpretados como una señal de desaprobación hacia la gestión de la antigua colonia británica. EFE
(video)