Roberto Morales
Redacción deportes, 18 dic (EFE).- El Real Madrid conquistó su cuarta Copa Intercontinental, primer club del mundo en conseguirlo, exhibiendo la fortaleza ofensiva de su tridente, con la inspiración de Vinícius como factor desequilibrante ante la lucha del Pachuca, el día que Carlo Ancelotti se convirtió en el técnico más laureado de la historia del club blanco.
Sin necesidad de exhibir un fútbol brillante, casi sin tener que apretar el acelerador, el Real Madrid impuso la lógica futbolística y despertó de su sueño a Pachuca ante la gran distancia de potencial entre los dos equipos. La primera conquista del mundo en una temporada en la que podrá hacerlo hasta en dos ocasiones. Un título que llega en un momento perfecto para silenciar la crítica a Carlo Ancelotti, cuya cita con la historia muestra la dimensión de su figura.
Con el orgullo exhibido en todo su camino hasta la final, Pachuca saltó al partido de sus vidas sobrado de voluntad. Mordió arriba y logró desfigurar al Real Madrid en un arranque irregular. Repleto de imprecisiones en el pase, con dudas, pérdidas en campo propio y sin encontrar a sus jugadores de arriba. 'Carletto' fue con todo. Con su once más ofensivo. Mbappé tenía una cuenta pendiente con el Lusail Stadium y debía saldarla.
Ante la sorpresa de todos en un estadio mudo, las primeras acciones de peligro fueron del Pachuca. Courtois sacó una mano a un disparo lejano, con bote que lo complicó, de Luis Rodríguez, y sacó arriba un centro que se envenenó de Idrissi. Al Real Madrid le faltaba tensión. La misma que en Girona, donde no le pasó factura, o en Vallecas, donde recibió dos tantos que le acabaron costando el octavo pinchazo del curso.
El enfado de Ancelotti se calmó en cuanto su equipo dio sentido a la posesión y aumentó la velocidad. A un ritmo mayor comenzó a palparse la diferencia de calidad, aunque tardó 22 minutos en generar una acción de peligro. Un disparo de Rodrygo que acabó en córner ya era un aviso. El desgaste físico del Pachuca era mayor y con los minutos lo fue acusando. Aparecieron lo espacios.
Entre coberturas de Camavigna y carreras de Valverde, apareció la visión de Bellingham entre líneas. Vinícius, lanzado tras ser reconocido como el mejor jugador del 2024 en el The Best, ya explotaba su velocidad pegado a la izquierda. La primera acción de desequilibrio conectó al tridente para que comenzasen a tambalearse los 'tuzos'. Rodrygo encontraba a Mbappé que no precisaba en su disparo.
Su revancha en el estadio donde se le escapó la final de un Mundial tras hacer un triplete, llegaría minutos más tarde. Tras el último intento de Pachuca de decantar la balanza a su lado y no jugar a remolque, como le tocó cuando apareció la calidad de Vini en una acción de altos quilates. Tras el pase al espacio de Bellingham, el brasileño regateó con clase la salida del portero y puso en bandeja el gol a Kylian. El decimotercero de la temporada. El segundo en la segunda final que disputa de blanco.
En ese crecimiento progresivo de la importancia de Mbappé en el Real Madrid, segundos después del gol buscó el francés la sentencia con un disparo lejano repleto de potencia. Los de Ancelotti sintieron como se tambaleaba al golpe Pachuca y fueron por más. No cesó de intentarlo Kylian y se sumó Valverde con un chut que no encontró puerta.
El respiro del descanso devolvió fuerzas para la batalla a Pachuca. Calcó el arranque del segundo acto. Intenso, presionando arriba. Buscó el empate con un disparo seco de Deossa pero sus esperanzas se desvanecieron en otra acción de calidad madridista. Mbappé descargó a la llegada de Rodrygo que le puso la firma a un golazo. Lanzó amagos al borde del área previos a un recorte seco, con el que se quitó a los rivales de encima, y un disparo a la escuadra.
Era la sentencia a la final. Las esperanzas del Pachuca, que pidió fuera de juego de Bellingham por interferir en la visión del portero, cayeron por tierra cuando el, colegiado revisó la jugada. Su misión ya era imposible pero mostró orgullo hasta el último suspiro. Volvió a probar la firmeza de Courtois con un disparo cruzado de Bryan González y una falta de Rondón pegada al palo que sacó con una estirada el portero belga. Siempre brillante en las finales.
Al Real Madrid, cargado de partidos, ya le servía el resultado. Se acomodó buscando hacer daño al contragolpe y Ancelotti no tardó en proteger a los jugadores que han vuelto de lesión como Mbappé y Camavinga. Solamente faltaba el gol de Vinícius y el brasileño, el mejor jugador sobre el campo, lo buscó hasta conseguirlo.
De disparo cruzado primero, con una acción de fantasía después, un regate en una baldosa que evitó se convirtiera en uno de los goles del año una gran parada Carlos Moreno, y lográndolo finalmente tras un penalti inocente sobre Lucas Vázquez. No fue bueno el golpeo, pero el balón acabó dentro tras meterse por debajo del cuerpo del portero para premiar a un jugador que siempre aparece los días grandes.
. Ficha técnica:
3 - Real Madrid: Courtois; Lucas Vázquez (Asencio, m.88), Tchouaméni, Rüdiger, Fran García; Camavinga (Ceballos, m.61), Fede Valverde, Bellingham (Güler, m.88); Rodrygo (Modric, m.70), Vinícius y Mbappé (Brahim, m.61).
0 - Pachuca: Carlos Moreno; Andrés Micolta, Sergio Barreto, Bryan González, Luis Rodríguez (Sánchez, m.75); Alan Bautista (Mena, m.75), Pedro Pedraza, Elías Montiel, Nelson Deossa (Hernández, m.88); Idrissi (Domínguez, m.88), Salomon Rondón.
Goles: 1-0, m.37: Mbappé. 2-0, m.53: Rodrygo. 3-0, m.84: Vinícius de penalti.
Árbitro: Jesús Valenzuela (Venezuela). Amonestó a Pedraza (51) y Rondón (93) por Pachuca.
Incidencias: final de la Copa Intercontinental disputada en el Lusail Stadium de Doha. EFE