La Paz, 17 dic (EFE).- El presidente de Bolivia, Luis Arce, sorprendió este martes con una visita a una localidad fronteriza con Perú para constatar las acciones de las Fuerzas Armadas en la zona para evitar la salida por contrabando de productos de primera necesidad que escasean o se encarecen en el mercado interno.
Arce llegó a primera hora del día hasta Desaguadero, una localidad altiplánica situada a más de 100 kilómetros de La Paz donde hay un paso fronterizo hacia Perú a orillas del lago Titicaca, que comparten ambos países.
Al volver a La Paz, el gobernante dijo a los medios que hizo "una visita sorpresa" a esa localidad "para constatar la presencia militar en el control del contrabando especialmente de salida, el contrabando a la inversa".
"Evidentemente están ahí las Fuerzas Armadas y hay un control. Sin embargo, está claro también que hay un acecho del contrabando en las inmediaciones de la localidad", señaló.
Esto "obliga" al Gobierno boliviano a "reforzar y mejorar los controles en frontera" y a "hacer visitas a otros puntos fronterizos por donde frecuentemente" los productos bolivianos salen de forma ilícita hacia otros países, explicó el mandatario.
También expresó su confianza en que si se aumenta la cantidad de militares para las operaciones contra el contrabando en las fronteras se frenará esa actividad ilícita.
Arce sostuvo que el contrabando no es un tema "nuevo", pues data de hace varias décadas, "pero hoy está afectando al bolsillo de los bolivianos".
"El Gobierno no va a escatimar esfuerzos para continuar reforzando esta lucha contra el contrabando a la inversa fundamentalmente, para evitar que nuestros productos que son producto del trabajo y el esfuerzo de la familia boliviana salgan a otros países", insistió.
La visita de Arce a Desaguadero se da en medio de los problemas de desabastecimiento y encarecimiento de algunos alimentos, como el arroz, harina y recientemente el aceite comestible.
El Ejecutivo dispuso a principios de mes una prohibición a las exportaciones de aceite comestible y en la víspera decidió levantar ese veto, tras lograr compromisos de las industrias oleaginosas para garantizar el abastecimiento del producto a un "precio justo" en el mercado interno.
En octubre, Arce instruyó a las Fuerzas Armadas la militarización de la frontera con Perú para impedir el llamado "contrabando a la inversa", es decir, la salida ilícita sobre todo de alimentos.
Las autoridades bolivianas han señalado varias veces que ese contrabando es una de las causas del encarecimiento o la falta de estos productos en el mercado interno, ya que en los países vecinos se venden a precios más altos.
La inflación acumulada entre enero y noviembre alcanzó el 8,82 %, la más alta en la última década, según datos oficiales.
A este problema se suman la falta de liquidez de dólares que se arrastra desde principios de 2023 y las dificultades para el abastecimiento de combustibles que se agudizaron este año en parte por los conflictos sociales registrados sobre todo en enero y octubre. EFE
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