Hoja de ruta desde la moción de confianza perdida por Scholz hasta la cita con las urnas

Guardar

Berlín, 16 dic (EFE).- El canciller socialdemócrata Olaf Scholz ha perdido este lunes de forma intencionada el primer voto de una moción de censura convocada en Alemania en 20 años, con el objetivo de posibilitar la celebración de elecciones anticipadas en febrero de 2025 después de quedarse en minoría su Gobierno tras romperse la coalición tripartita.

La Constitución otorga al presidente de la República Federal Alemana, Frank-Walter Steinmeier, cierto margen en el proceso, pero se prevé que se adapte al pacto entre el Gobierno y la oposición conservadora para que los comicios se celebren el próximo 23 de febrero.

El pasado 6 de noviembre colapsó el Gobierno de coalición de socialdemócratas, verdes y liberales después de tres años de disputas que culminaron en la expulsión de estos últimos, los cuales, con su postura de austeridad fiscal, bloqueaban la posibilidad de realizar inversiones para reactivar la maltrecha economía y a la par seguir financiando la ayuda a Ucrania.

Contra las cuerdas y sin la mayoría necesaria para aprobar los presupuestos u otros proyectos, Scholz anunció que se sometería a un voto de confianza que esperaba perder para después convocar elecciones.

Es la sexta vez que se convoca un voto de confianza en la Alemania postbélica y Scholz es el quinto canciller en hacerlo, sumándose a los socialdemócratas Willy Brandt, Helmut Schmidt y Gerhard Schröder y al conservador Helmut Kohl.

Tras perder el voto, Scholz ha dicho que acudirá al presidente Steinmeier para pedirle que disuelva el Parlamento y éste ha indicado que se tomará un tiempo para reflexionar y para reunirse con los representantes de los partidos democráticos.

Dispone de 21 días para disolver el Parlamento. En teoría, podría encomendar a otros partidos la formación de un nuevo Gobierno, pero no existen otras potenciales coaliciones en el Bundestag y todos parten de que Steinmeier, afín al partido socialdemócrata, se ajustará al calendario pactado por los grandes partidos.

La Constitución prevé un plazo de 60 días desde el momento en que se disuelve el Parlamento hasta que se celebran los comicios anticipados, pero -salvo imprevistos- el 23 de febrero es la fecha con la que los partidos trabajan.

Cuando se rompió el Gobierno el 6 de noviembre pasado, algunos de los principales partidos no disponían siquiera de candidatos para las elecciones y están ahora trabajando contrarreloj para cerrar sus programas electorales, cuyos borradores presentarán esta semana antes del receso navideño.

Las fiestas que caen de por medio y la compleja burocracia en torno a las elecciones han despertado temores a que la cita con las urnas no pueda organizarse correctamente con tal celeridad y se produzcan fallos y caos, como en las elecciones regionales berlinesas de 2021.

Tras desembarazarse de su popular rival, el ministro de Defensa Boris Pistorius, Scholz será nominado oficialmente como candidato del Partido Socialdemócrata (SPD) en un congreso el 11 de enero.

El 11 de febrero se celebrará el tradicional debate general previo a las elecciones en el Bundestag, donde intervendrán todos los candidatos a la Cancillería, y la última semana de plenos concluirá el 21 de febrero.

Los sondeos pronostican la victoria del candidato conservador Friedrich Merz, cuya unión formada por los democristianos y su partido hermano bávaro va en cabeza con entre el 29 % y el 34 % de los votos, seguido de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) con un 17-21 %, con la que el resto de formaciones no cooperan.

El SPD de Scholz se halla actualmente en tercer lugar (15-18 %), seguidos de los Verdes (11-14 %).

Por ello, los dos escenarios que se barajan son los de una "gran coalición" entre democristianos y socialdemócratas o de una alianza entre democristianos y Verdes. EFE

Guardar