Alrededor de un millón de palestinos hacen frente a las condiciones invernales en la Franja de Gaza sin un refugio adecuado a causa de la destrucción y el desplazamiento provocados por la ofensiva militar desatada por el Ejército de Israel contra el enclave tras los ataques del 7 de octubre de 2023, según ha alertado este lunes el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC), que ha afirmado que en otoño sólo se dio cobertura al 23 por ciento de las necesidades de cobijo.
Así, la ONG ha indicado que durante el mes de septiembre eran necesarios 2.000 camiones con tiendas de campaña o 200 camiones con paquetes de impermeabilización para dar protección básica frente a las condiciones invernales a 1,13 millones de palestinos, si bien a finales de noviembre sólo 285.000 personas habían recibido estos materiales.
El NRC ha subrayado además que, desde principios de octubre, la "ofensiva y cerco" por parte del Ejército israelí en el norte de Gaza ha desplazado a otros 100.000 palestinos, por lo que un total de 945.000 necesitan ahora asistencia para contar con refugio, antes de incidir en que la entrega de estos materiales ha descendido ante la priorización del envío de harina por el riesgo de hambruna.
"Sólo hemos recibido una fracción de la ayuda necesaria para abordar la crisis de refugio", ha dicho Jeroen Quanjer, presidente del Grupo de Refugio para Palestina. "Cientos de miles de familias desplazadas están soportando el frío y la lluvia del invierno sin una protección significativa".
"La reiterada negativa de las autoridades israelíes a la entrada de materiales esenciales de refugio nos impide aumentar nuestra respuesta para construir refugios de emergencia que puedan soportar las condiciones invernales en Gaza", ha lamentado.
En este sentido, la organización ha recordado que una tormenta registrada a finales de noviembre inundó varios campamentos de desplazados, destruyendo tiendas de campaña y refugios y forzando a muchas familias a reubicarse, al tiempo que ha explicado que al menos 101 puntos de desplazados al sur de Uadi Gaza, que acogen a más de 450.000 palestinos, son proclives a inundarse.
Mahmud, un desplazado palestino en la ciudad de Deir al Balá (centro), ha relatado que durante la tormenta de noviembre se levantó debido a que el agua estaba inundando las tiendas de campaña. "Nuestros hijos estaban dormidos cuando el agua les alcanzó. Nuestras mantas y ropas quedaron arruinadas. Ahora no queda nada, sólo un lago. Estoy intentando salvar lo que queda, pero me siento abandonado. A nadie parece importarle, ni al mundo árabe ni a los que toman las decisiones. Nos hemos quedado solos", ha sostenido.
Los reiterados desplazamientos por la ofensiva de Israel han forzado a las familias a dejar atrás materiales esenciales para el refugio, a menudo huyendo sólo con lo que puedan transportar, según el NRC, que ha reseñado que muchas tiendas y suministros entregados durante el último año por las organizaciones de ayuda están inutilizables a causa del desgaste, sin que hayan entrado suministros suficientes como para reemplazarlos.
Israel lanzó su ofensiva contra Gaza tras ataques perpetrados el 7 de octubre de 2023 por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otros grupos palestinos, que dejaron cerca de 1.200 muertos y unos 250 secuestrados, según los balances facilitados por las autoridades israelíes.
Desde entonces, las autoridades gazatíes, controladas por Hamás, han denunciado la muerte de más de 45.000 palestinos en la Franja, a los que se suman alrededor de 800 palestinos muertos a manos de las fuerzas de Israel y en ataques perpetrados por colonos desde entonces en Cisjordania y Jerusalén Este.