Damasco, 15 dic (EFE).- Al menos 18 personas murieron y otras seis resultaron heridas por explosiones de minas y otros remanentes de guerra en diferentes zonas de Siria desde el inicio de la ofensiva insurgente en el país el pasado 27 de noviembre, que acabó derrocando al régimen de Bachar al Asad, informó este domingo el grupo de rescatistas Defensa Civil Siria.
La organización, conocida como los cascos blancos, compartió hoy en su cuenta oficial de X una infografía con estadísticas de las víctimas de las explosiones de remanentes de guerra y minas en un periodo comprendido entre el 27 de noviembre y el 14 de diciembre en el país árabe, aunque sin desglosar las principales zonas afectadas.
Según los datos publicados, un total de 18 personas murieron como resultado de estas explosiones, de las que una era una mujer y otros siete eran niños; mientras que otros seis resultaron heridos, la mitad de ellos también niños.
"Advertimos del peligro de explosiones de minas y de los remanentes de guerra. Pedimos que no se acerquen a las posiciones militares del Ejército depuesto y urgimos de la necesidad de informar a nuestros equipos sobre cualquier objeto raro sin acercarse a ellos ni tocarlo ni moverlo", agregó la Defensa Civil Siria en su escueto comunicado.
En esta misma jornada, Halo Trust, la mayor organización mundial de desminado, alertó de la enorme cantidad de munición sin explotar que hay repartida por Siria, que pone en peligro especialmente a los desplazados que regresan.
En un comunicado, esta organización afirmó que hay millones de bombas de racimo, minas terrestres y municiones sin explotar tras casi 14 años de guerra civil. Con el retorno de los refugiados, su personal, ubicado sobre todo en el noroeste del país, ha visto aumentar en diez veces las llamadas de ayuda.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ya advirtió el pasado miércoles del "riesgo de artefactos explosivos" en distintas zonas de Siria mientras los flujos migratorios internos y de refugiados continúan en el país tras la caída del régimen del depuesto Bachar al Asad el domingo anterior.
"Estamos preocupados por el riesgo de artefactos explosivos, ya que la gente sigue desplazándose. Nuestros socios han identificado más de cincuenta campos de minas en los últimos diez días, lo que está restringiendo los movimientos de civiles", dijo el portavoz del secretario general, Stéphane Dujarric.
Desde la ONU han pedido en las últimas horas "precaución" antes de tomar la decisión de regresar a Siria, inmersa en un proceso de transición política incierto, y han deslizado a los países de refugio que eviten ejercer presiones para que las poblaciones sirias regresen a la república árabe. EFE