El Sevilla logró un triunfo sufrido y muy necesario (1-0) este sábado ante el RC Celta en la jornada 17 de LaLiga EA Sports, que brindó a su leyenda Jesús Navas en su último partido en el Ramón Sánchez-Pizjuán, mientras que el Mallorca recuperó su versión más aguerrida y contundente en un 2-1 sobre el Girona.
El adiós de Navas ante su afición, que se retirará con el último partido de 2024 ante el Real Madrid, marcó el partido en Nervión. El capitán, después de 20 años de carrera intachable en servicio a su Sevilla, formó en un once titular al que le tocó sufrir ante un Celta con 'malas intenciones' asomando a la meta local.
Iago Aspas dirigió el juego visitante y Pablo Durán ofreció sus desmarques, también su remate, con un cabezazo al palo como la ocasión más clara. El Sevilla no pisó casi el campo del Celta, cero salida con intención ofensiva, y apenas tuvo un disparo de Saúl Ñíguez como ocasión de gol. En la reanudación, el guion cambió pero muy poco a poco, con los celestes bajando mucho su producción.
Más cómodo en ese sentido, el Sevilla pasó a jugar en campo rival y el canterano Manuel Bueno lo probó dos veces y a la tercera fue la vencida, con un buen remate raso que supuso el 1-0 en el minuto 65. Poco después llegó el cambio de Navas, exprimido y con un fuerte golpe en la rodilla desde el primer tiempo, las lágrimas y abrazos con el de Los Palacios, y el sufrimiento del internacional español en el banquillo por atar la victoria de despedida.
El Celta despertó con Alfon y Mingueza por banda izquierda, pero sus centros no encontraron remate. Con suspense, un gol anulado incluso por fuera de juego, respiró un Sevilla que no pudo contar con Carmona, Isaac Romero y Juanlu Sánchez por sanción. Tres puntos para crecer en la tabla, por encima del Celta, y para celebrar con alegría la carrera inolvidable de su 'Jesusito' Navas.
Mientras, en Son Moix, el Mallorca mordió de nuevo con una victoria de mucho mérito ante el Girona, jugando con uno menos desde la expulsión de Vedat Muriqi a la media hora. El regreso al once del 'Pirata' no le salió bien a Jagoba Arraste, aunque su conexión con Cyle Larin dejó una clara ocasión y el 1-1 del canadiense, después de que Donny van de Beek pusiera el 0-1 a los siete minutos.
Al poco, defendiendo su posición, Muriqi pisó en el gemelo a Bryan Gil y vio la roja directa. Poco después, Van de Beek hizo una entrada parecida, pero con el balón por medio, y se libró de la expulsión. El Mallorca se creció en la adversidad y fue protagonista también en el segundo tiempo, sin llegadas de los de Míchel. Así, en una peligrosa cesión de Juanpe, el intento de despeje de Gazzaniga se encontró con la presión de Larin para firmar el doblete.
Los Arrasate dominaron a un Girona inoperante en ataque pese a jugar con uno más durante una hora y terminaron incluso en campo rival con una última ocasión de Abdón. Un triunfo que devuelve el impulso en zona europea al Mallorca después de dos derrotas y que confirma el bache de un Girona que, en su intento de escalar en la clasificación, se queda en zona media tras tres jornadas sin ganar.
EL ESPANYOL CONTIENE A OSASUNA
Mientras, Osasuna alargó su crisis de fútbol con su cuarto empate seguido, el que cosechó sin goles ante un Espanyol que seguirá en zona de descenso una jornada más. El equipo 'rojillo', echando de menos al lesionado Bryan Zaragoza, no encontró el camino a Ante Budimir y los 'pericos', con el miedo a perder, guardaron la ropa todo lo posible en una primera mitad de muy poco fútbol.
El guion siguió corto de acción tras el descanso y solo el cansancio y la llegada de los minutos decisivos animó el encuentro. Así, Pol Lozano tuvo el primer disparo a puerta para los catalanes, que salvó Sergio Herrera, la gran ocasión en el regreso de Vicente Moreno a Cornellà. El técnico ahora 'rojillo' ve atascado a su equipo a las puertas de la zona noble y Manolo González frenó a un rival de arriba pero sabiendo que el Espanyol necesita más.