Moscú, 14 dic (EFE).- Las denuncias de reclutas rusos muertos en acción en Ucrania tras ser enviados al frente contra su voluntad han aumentado en las últimas semanas, informan hoy medios independientes rusos.
En todos los casos, los contratos fueron firmados por sus superiores cuando estos cumplían el servicio militar obligatorio, según el portal Bazhnie Istorii (Historias Importantes).
A menos tres reclutas de la región insular de Sajalín murieron en el frente después de denunciar que ellos nunca firmaron ningún contrato profesional con las Fuerzas Armadas, aunque recibieron 300.000 rublos (cerca de 3.000 dólares) en su cuenta bancaria.
El último de ellos, de apellido Baturin, murió cuando fue movilizado como parte de una unidad de asalto en la zona de Pokrovsk, bastión ucraniano que es el principal objetivo de la actual ofensiva rusa en el Donbás.
La madre de ese joven asegura que fue enviado al frente sin haberse recuperado aún de las heridas de metralla que sufrió en brazos y piernas, por lo que ni siquiera era capaz de sostener el fusil.
Al menos en dos de los casos, fueron sus compañeros quienes informaron a la familia sobre su deceso, señala la fuente, que cita la investigación realizada por el proyecto Okno (Ventana).
Las familias de los tres reclutas presentaron una demanda colectiva, pero el tribunal militar la rechazó y el comité de instrucción anunció el cierre de la investigación.
El peritaje judicial, según informa el medio, confirmó a una de las madres que el contrato con su hijo había sido firmado personalmente por el comandante.
El ejército ruso ha intensificado en los últimos tres meses su ofensiva en la región de Donetsk con el fin de conquistar el mayor territorio posible antes de la investidura del presidente de EEUU, Donald Trump, aunque a costa de numerosas bajas, que alcanzaron incluso en algunas jornadas las 2.000 diarias, según fuentes occidentales.
El presidente ruso, Vladímir Putin, prometió en 2022 que los reclutas no serían enviados en ningún caso a combatir en Ucrania, algo que sí ocurrió en los primeros meses de la contienda.
Seguidamente, Moscú apostó por la movilización parcial de reservistas, que provocó el éxodo de cientos de miles de hombres en edad militar, y también por incrementar el atractivo salarial de los contratos profesionales.
Con todo, varios reclutas, según la prensa local, murieron en los ataques ucranianos contra las regiones fronterizas rusas, ya que los jóvenes fueron enviados a unidades que se ocupaban de la vigilancia de la frontera.
Según fuentes independientes, entre 50.000 y 100.000 rusos habrían muerto en combate desde febrero de 2022, a lo que habría que sumar varios cientos de miles de heridos, cifra que la OTAN sitúa en más de 700.000 bajas.EFE