"Una experiencia diferencial por la que merezca la pena salir de casa". Eso es lo que ahora busca, según Jaime Gerbolés, director general de Cine Yelmo, el público al acudir a una sala de cine. El directivo de una de las cadenas de exhibición más importantes del país asume que será "muy difícil" recuperar las cifras de antes de la pandemia y, aunque aplaude iniciativas recientes como 'Cine Sénior' o 'Cine Escuela', subraya que la esperada Ley del Cine que el Gobierno se ha comprometido a sacar al fin adelante debería garantizar, entre otros aspectos, un sistema para respetar las ventanas de exhibición en salas.
"La ley del cine tiene que aunar y tratar de defender los intereses de todos los actores la industria. No solo la producción, sino también la distribución y la exhibición, porque al final somos todos una cosa", sostiene Gerbolés en una entrevista concedida a Europa Press en la que desgranar cuáles son "las tres patas fundamentales" que debería abordar el texto normativo: la preservación de una ventana mínima de exhibición de películas en cines antes de llegar al 'streaming', las subvenciones que reciben las producciones nacionales y las iniciativas públicas para "fomentar la asistencia al cine".
Un último punto este en el que Gerbolés alaba el programa 'Cine Escuela' anunciado recientemente por el Ministerio de Cultura que dirige Ernest Urtasun para llevar gratis al cine a los alumnos de los colegios ya que, asegura, "más allá de ser una ayuda para las salas de cine", es una medida "a largo plazo". "Me parece una forma fantástica de meter la cultura en la mente de los niños", señala.
Muy positiva es también su valoración de la iniciativa dirigida a los mayores de 65 años, 'Cine Sénior', que ha hecho que los martes, "un día que habitualmente era de los flojos", sea ahora "importante para la taquilla". Menos entusiasta se muestra el director general de Yelmo a la hora de valorar el impacto del Bono Cultural para los jóvenes. "No estamos viendo que se esté traduciendo en un incremento de la asistencia a las salas", dice lamentando que "el Bono Cultural quizás no está teniendo los resultados que esperábamos".
En cuanto a la situación actual del cine español, Gerbolés afseñala que "hay un desequilibrio" entre las ayudas a la producción -"que están muy bien y deben seguir existiendo", puntualiza- y cómo este esfuerzo público "se traslada en espectadores en las salas de cine". "Lo que es extraño es que en un país como España, donde se producen más películas que en Francia y donde hay unas ayudas muy importantes, la cuota de cine español en España sea mucho más baja que la cuota de cine francés en Francia", expone incidiendo en que esas ayudas a la producción deberían "de alguna manera trasladarse a un interés del público en ver esas películas".
"Ahí es donde algo nos está faltando", insiste Gerbolés que apunta que el año pasado se estrenaron más de 100 películas españolas de las cuales "solo fueron 15 o 17 películas las que superaron un millón de euros de recaudación". "Muchas películas prácticamente no cubrieron con la recaudación el importe ni de la subvención. Creo que ese es un tema que hay que analizar profundamente", apunta.
LAS VENTANAS, BUENAS PARA TODOS
En cuanto al siempre polémico tema de las ventanas y la convivencia entre el cine y 'streaming', a su juicio la preservación de "una ventana de explotación mínima para las salas" debería ser "algo de lo que los propios estudios, las distribuidoras, estén convencidas que es bueno". "El producto que funciona en cine es el producto que luego tiene una vida más larga en las plataformas", expone.
"El tema de la ventana no debería ser un tema de la ley, que también, sino que debería ser un tema de convencimiento de los actores que estamos en este sector", sentencia Gerbolés que recuerda que "ahora mismo la ventana está en unos 45 días, más o menos" y que, a su juicio, idealmente debería estar "entre 70 y 90 días".
"Antes de la pandemia estaba más en un entorno de 90 días", recuerda consciente de que eso será muy difícil de recuperar al igual que los números de taquilla de entonces. "Las cifras prepandemia quizás sea complicado recuperarlas. Es un deseo que todos tenemos y ojalá suceda, pero reo que nos tenemos que acostumbrar a trabajar en unas circunstancias un tanto diferentes", dice Gerbolés que explica que en este nuevo ecosistema "las películas ya no están en cartel lo que venían estando y mucha gente ha tenido un nuevo acceso al mundo plataformas, al 'streaming' y demás".
"Pero poco a poco lo vamos consiguiendo. Somos optimistas para los próximos dos años", dice antes de subrayar que lo que el público demanda ahora "son experiencias diferenciales por las que merezca la pena salir de casa". "Y la prueba es que todos los formatos donde ofreces algo diferente, algo de experiencia, están funcionando muy bien", señala en referencia a los contenidos que Yelmo ofrece dentro de su iniciativa '+Que Cine' donde se encuentran eventos como concierto, la ópera, el teatro o reestrenos de películas emblemáticas tanto clásicos legendarios como 'blockbusters' populares.
"Es un contenido indudablemente interesantísimo pero curiosamente, y en contra lo que muchos pensábamos, yo entre otros, el deporte no ha funcionado muy bien y sin embargo el tema más cultural, óperas, conciertos, teatro... eso ha funcionado maravillosamente", apostilla recordando el poco tirón que tuvieron partidos de fútbol clave que se emitieron en pantalla grande.
INVERSIÓN QUIRURGICA Y RESPONSABLE
Más allá del contenido, la inovación y mejora técnica es clave y en este sentido Gerbolés reconoce que el de la exhibición es un negocio "intensivo en capital" que requiere "una inversión constante". Pero, explica, no a gran escala sino con un plan "muy quirúrgico" y "muy pensado en ubicaciones muy claras" para "ir mejorando detalles" que amplíen la oferta al espectador al tiempo que la mejoran y la refuerzan con valores añadidos.
"No queremos crecer en grandes cifras. Lo que queremos es ir haciendo cosas puntuales en ubicaciones estratégicas y a nivel de ofrecer nuevas experiencias a los clientes", señala el directivo de Yelmo que en este punto señala los "retoques" de la cadena Jaén, un nuevo cine que abrió el pasado 11 de octubre, y los planes para La Vaguada en Madrid y La Maquinista en Barcelona como "tres maneras diferentes de crecer, pero siempre de una manera muy responsable y muy quirúrgica".
"Son tres situaciones bastante diferentes, pero que son un poco una prueba de por dónde van nuestras inversiones y crecimiento. Jaén, que es un proyecto nuevo, y realmente nuevos hay muy pocos en España, que ya estaba en desarrollo antes de la pandemia y que se había retrasado. Es un ejemplo de identificar un mercado donde la oferta del cine a todas luces es insuficiente", señala frente al caso de La Vaguada, "un cine clásico, icónico y de toda la vida donde yo por ejemplo iba cuando era adolescente" que se "va a cerrar en algún momento del año que viene" para remozado y "adaptarlo al mercado".
"Es un cine claramente merece la pena revivir, que es lo que estamos haciendo, revivir la experiencia de cine en La Vaguada", afirma Gerbolés que señala que, por su parte, La Maquinista de Barcelona "entra ya más dentro de nuestros planes de generar experiencias y formatos nuevos al cliente". "Maquinista es el tipo de cine, el prototipo de cine comercial, donde lo que hacemos es ofrecer todos nuestros formatos. Genera experiencia nueva, fortalece muchísimo la experiencia, con formato premium y con formatos diferenciados como la Sala Junior, la Sala 4D, el Dolby Atmos o nuestra sala de gran formato", concluye.