Cárcel para 4 señores de la guerra en R. Centroafricana por crímenes contra la humanidad

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Bangui, 13 dic (EFE).- Cuatros señores de la guerra fueron condenados este viernes en la República centroafricana (RCA) a penas de hasta veinte años de cárcel tras ser acusados de crímenes de guerra y contra la humanidad, según dictó la sección de primera instancia del Tribunal Penal Especial (TPE) en la capital, Bangui.

Los sospechosos son Kalite Azor, Antar Hamat, Chafardine Moussa y Oscar Oumar Wodjonldroba, y pertenecen al grupo armado Frente Popular para el Renacimiento de la República Centroafricana (FPRC).

Los cuatros individuos, entre los que destaca Kalite como cabecilla, fueron condenados p​​or matar a 27 personas del grupo étnico Rounga el 29 de abril de 2020 en la ciudad de Ndele (norte).

"Los declarados culpables y condenados por los crímenes son Kalite Azor, a una pena de 20 años de prisión; Antar Hamat, a una pena de 15 años de prisión, Chafardine Moussa, a una pena de 15 años; y Oscar Oumar Wodjonldroba, a 15 años", indicó Aimé Pascal Delimo, presidente de la sección del tribunal.

La fiscalía especial del TPE acogió con satisfacción la decisión.

"Estamos en parte satisfechos con la decisión de la sala de primera instancia, aunque no cumplió completamente con la pena requerida de 30 años. Pero eso no importa, el tribunal reconoció la responsabilidad de los condenados y los declaró culpables de crímenes que deshonraron al país y la población", dijo a EFE Alain Tolmo, fiscal especial adjunto del tribunal.

Pero los abogados de los cuatro condenados rechazaron el veredicto y adelantaron que presentarán un recurso de apelación.

Se trata del segundo caso juzgado por el Tribunal Penal Especial, creado en junio de 2015 con apoyo de la ONU, aunque no se puso en marcha hasta junio de 2018, para abordar crímenes de guerra y de lesa humanidad cometidos en el país desde 2003.

El FPRC es una escisión de la coalición de grupos rebeldes procedente del noreste de mayoría musulmana -los Séléka- que tomó Bangui a finales de 2012 y derrocó al presidente François Bozizé tras diez años de Gobierno (2003-2013), dando inicio a una cruenta guerra civil.

Este derrocamiento desató una ola de violencia sectaria entre grupos musulmanes y milicias cristianas denominadas antibalaka ("antibalas de AK47", en lengua local).

Aunque el presidente actual, Faustin Archange Touadéra, declaró en octubre de 2021 un alto el fuego unilateral con el objetivo de facilitar el diálogo nacional, una buena parte del país -rico en diamantes, uranio y oro- permanece controlado por milicias.

Según la ONU, la violencia ha desplazado a más de medio millón de personas, y 3,4 millones -más del 50 % de la población centroafricana- necesitan asistencia humanitaria. EFE

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