El presidente de Argentina, Javier Milei, ha afirmado en su discurso a la nación con motivo del primer aniversario de su llegada al poder y rodeado de su gabinete que "la recesión terminó", alegando que la economía del país ha entrado en una recuperación, y ha anunciado que en 2025 bajará el 90% de los impuestos.
"Hemos superado la prueba de fuego. Estamos saliendo del desierto: la recesión terminó y el país finalmente ha comenzado a crecer", ha declarado, remarcando que Argentina "llega al final del año con alivio" y que puede "dejar atrás lo peor", si bien ha aclarado que todavía no ha "llegado a puerto".
Milei ha hecho un repaso de su gestión, presumiendo de haber logrado una disminución histórica de la inflación y de haber despedido a decenas de miles de empleados públicos, y ha prometido que el año que viene será el de la "motosierra profunda". También ha agradecido a los argentinos por el "conmovedor sacrificio que hicieron". "No será en vano", ha agregado.
Por otro lado, ha prometido que en materia de seguridad no pararán hasta "tallar en piedra" en la mente de cada delincuente que "el que las hace las paga" y ha añadido que impulsará una ley "antimafia", una reforma de la Policía Federal y una ley antiterrorismo. También ha comunicado que diseñará "un plan nuclear argentino que contemple la construcción de nuevos reactores".
Durante su intervención, el mandatario ha cargado contra sus blancos habituales: sindicatos, periodistas y dirigentes de la oposición. "Le quiero extender una advertencia al resto de la política. Los argentinos no tolerarán obstrucciones insensatas a nuestras reformas (...) Pueden subirse al tren del progreso o ser arrollados por él. Todo este año que ha transcurrido será recordado como el primer año de la nueva Argentina", ha afirmado.
A nivel internacional, Milei considera que Argentina ha dejado "de ser un hazmerreír mundial", aseverando que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha diseñado su Ministerio de Desregulación "a imagen y semejanza" del que él inventó. También ha admitido que su objetivo es "impulsar un tratado de libre comercio con EEUU que debió haber ocurrido hace 19 años".