La Asamblea General de Naciones Unidas ha aprobado este miércoles una resolución en la que pide un alto el fuego "inmediato, incondicional y permanente" en la Franja de Gaza, así como la liberación de todos los rehenes retenidos en el enclave palestino.
En concreto, 158 países han votado a favor, mientras que nueve han votado en contra --entre ellos Argentina, Estados Unidos e Israel-- y otros 13 se han abstenido. La sesión se ha celebrado ante el veto de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad de la ONU.
El texto aprobado por la Asamblea General exige "el acceso inmediato de la población civil de la Franja de Gaza a los servicios básicos" y pide que se "facilite la entrada plena, rápida, segura y sin trabas de la asistencia humanitaria a gran escala" en el enclave.
De igual forma, pide a las partes que respeten el Derecho Internacional y que protejan a los civiles, especialmente a las mujeres y los niños, así como cualquier persona "fuera de combate", y los "bienes de carácter civil".
La resolución pone de manifiesto que la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados en Oriente Próximo (UNRWA) es "la columna vertebral" de la ayuda humanitaria prestada en Gaza, por lo que "rechaza las acciones que socavan la aplicación" de su mandato.
Asimismo, pide una "rendición de cuentas" por crímenes cometidos durante el conflicto y reitera su compromiso "inquebrantable" con la solución de dos Estados con "fronteras reconocidas" de conformidad con el Derecho Internacional que permitan tanto a Israel como a Palestina convivir "en paz".
De igual forma, el texto aprobado rechaza "cualquier intento de cambio demográfico o territorial en la Franja de Gaza", incluyendo "acciones que reduzcan" su territorio. Además, "subraya la importancia de unificar" el enclave con Cisjordania bajo el mandato de la Autoridad Palestina.
En paralelo, la Asamblea ha adoptado otra resolución --con 159 votos a favor, once abstenciones y nueve votos en contra, entre ellos Israel, Argentina y Estados Unidos-- que reitera su apoyo a la UNRWA y deplora la legislación adoptada por el Parlamento israelí.
El texto reconoce que "toda interrupción o suspensión" de la labor de la agencia "tendría graves consecuencias humanitarias para millones de refugiados de Palestina", mientras que ninguna organización "puede reemplazar o sustituir" la capacidad o el mandato de la UNRWA.
"Deplora que se haya atentado contra la inviolabilidad de las instalaciones de Naciones Unidas, que no se haya respetado la inmunidad de los bienes y activos de la organización y que no se haya protegido al personal, las instalaciones y los bienes de la ONU", reza la resolución.
Al mismo tiempo, exige a Israel que respete el mandato de la UNRWA, así como "sus privilegios e inmunidades", "y actúe de inmediato para que sus operaciones puedan llevarse a cabo sin impedimentos ni restricciones" en Gaza y Cisjordania, incluyendo Jerusalén Este.