Pekín, 5 dic (EFE).- El Gobierno chino instó este jueves a EE.UU. a que reconozca el "grave daño a la paz y la estabilidad" que suponen las "acciones independentistas" del Ejecutivo taiwanés, en referencia al tránsito del presidente isleño, William Lai, por el territorio estadounidense de Guam durante su gira por el Pacífico Sur.
En una comparecencia de prensa, el portavoz de la Cancillería china Lin Jian declaró que Taiwán "es una cuestión central de los intereses" de China y la "primera línea que no se debe cruzar en las relaciones" entre Pekín y Washington.
Lin instó al país norteamericano a "ceñirse al 'principio de una sola China'" y a no "interferir en los asuntos internos" del gigante asiático.
"China defenderá decididamente su soberanía y su integridad territorial", advirtió el vocero.
Lai, considerado como un "independentista" y un "alborotador" por las autoridades de Pekín, instó este jueves a fortalecer las relaciones con Guam para contener la "expansión del autoritarismo", en referencia a la creciente presencia militar de China en la región.
El líder isleño hizo estas declaraciones durante un desayuno en la residencia de la gobernadora de Guam, Lourdes A. Leon Guerrero, en donde se llegó a entonar el himno nacional de la República de China (nombre oficial de Taiwán), algo excepcional dado que Taipéi y Washington no cuentan con relaciones diplomáticas formales.
Tras su tránsito por Guam, el segundo territorio de EE.UU. que visita Lai en esta gira tras su escala de dos noches en Hawái, el mandatario pondrá rumbo a Palau para reunirse con el presidente de esa nación, Surangel Whipps Jr., y regresará a Taiwán en la tarde del viernes, poniendo punto final a una gira que también incluyó visitas a Islas Marshall y Tuvalu.
La televisión estatal china CCTV advirtió el martes de que Lai era "muy consciente" de que sus escalas en EE. UU. se iban a topar "con una decidida oposición y fuertes contramedidas" por parte de China, acusando al presidente isleño de "confabularse con fuerzas externas para cobrar impulso en el escenario internacional".
Taiwán -adonde se retiró el Ejército nacionalista chino tras su derrota a manos de las tropas comunistas en la guerra civil (1927-1949)- se ha gobernado de manera autónoma desde el fin de la contienda, aunque China reclama la soberanía sobre la isla, a la que considera una provincia rebelde para cuya "reunificación" no ha descartado el uso de la fuerza.
La cuestión taiwanesa es uno de los principales puntos de fricción entre Pekín y Washington, ya que EE.UU. es el principal suministrador de armas de Taipéi y podría defender a la isla en caso de conflicto. EFE