San Juan, 4 dic (EFE).- Cuatro importantes organizaciones de Surinam pidieron este miércoles al presidente del país, Chandrikapersad Santokhi, que haga todo lo posible para detener al convicto exmandatario Desi Bouterse, que se encuentra prófugo desde hace un año.
En una carta abierta a Santokhi, urgieron a capturar a Bouterse, condenado a 20 años de cárcel por el asesinato de 15 opositores en diciembre de 1982, y a conceder "una indemnización adecuada a los familiares supervivientes".
La Agrupación Sindical, la C-47, la Organización Justicia y Paz y la Fundación 8 de Diciembre de 1982 indicaron que los opositores asesinados hace 42 años eran "todos defensores de la democracia y el Estado de derecho".
Bouterse fue condenado por esta matanza en diciembre del año pasado y, desde entonces, su paradero es un misterio. Interpol ha incluido al expresidente en su lista de notificaciones rojas.
De los otros cuatro condenados en el caso, tres soldados retirados sí están localizados, pero el guardaespaldas de Bouterse, Iwan Dijksteel, tampoco se ha presentado en prisión para comenzar a cumplir su condena de 15 años.
En su carta, las organizaciones dijeron que "esta huida aparentemente sin obstáculos ha afectado gravemente la confianza en el Estado de derecho y sigue siendo una mancha en la República de Surinam".
Los grupos afirmaron que las víctimas -periodistas, militares, líderes sindicales, abogados, empresarios y profesores universitarios- fueron "acusadas injustamente de conspirar y preparar el derrocamiento de la autoridad militar".
Por ello, denunciaron que "la impunidad de los asesinos es inaceptable y que la restauración del Estado de derecho solo se completará después de la captura de todos los condenados, la rehabilitación de las víctimas y la indemnización a los familiares supervivientes".
Bouterse, que encabezó un Gobierno militar en la década de 1980, había sido ya en 2021 condenado por la masacre de los opositores a 20 años de prisión por la Corte Marcial de Surinam, que confirmó un fallo similar de 2019.
Las víctimas fueron arrestadas el 8 de diciembre de 1982 y trasladadas al entonces cuartel general del Ejército Nacional de Surinam, donde fueron torturadas y ejecutadas sumariamente. EFE