Narges Mohammadi utilizará su permiso para denunciar la situación en Irán, dice su hijo

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París, 4 dic (EFE).- La premio Nobel de la Paz Narges Mohammadi, que ha salido de la cárcel en Teherán con un permiso por enfermedad de tres semanas, va a utilizar este tiempo para seguir denunciando la situación de los derechos humanos en Irán, avisó este miércoles desde París su hijo Ali, que pudo hablar con ella brevemente.

Ali, que compareció ante la prensa en el despacho de la abogada de su madre en Francia para dar noticias sobre ella, explicó que el mensaje que le dio es que este tiempo debe utilizarse "para transmitir su lucha" contra la pena de muerte y por los derechos de las mujeres y de otros presos políticos en Irán.

Mohammadi "no va a bajar los brazos", subrayó su hijo, después de insistir en que al salir de la prisión de Evin, donde llevaba desde 2021, lo hizo "sin el velo obligatorio" y proclamando el lema "mujeres y libertad".

Taghi Rahmani, el marido de la premio Nobel de la Paz iraní, que intervino por vídeoconferencia desde México en la conferencia de prensa organizada en París, insistió por su parte en que durante la conversación que tuvo con ella pudo comprobar que tenía un buen estado de ánimo y que se mostraba "combativa".

Rahmani hizo hincapié en que este permiso "no es ninguna señal de clemencia" de las autoridades iraníes con su mujer, sino que se explica por su estado de salud, que se había deteriorado hasta el punto de que "no había otra alternativa".

Explicó que estos 21 días son "ampliamente insuficientes" teniendo en cuenta que los médicos que le operaron hace unas semanas de un tumor en la pierna presentado como canceroso habían establecido que el periodo de recuperación debía durar al menos tres meses.

Igualmente precisó que ha tenido que pagar el equivalente de unos 75.000 euros en concepto de fianza y que los días que está pasando fuera de prisión los tendrá que compensar con más encarcelamiento una vez termine el permiso.

Mohammadi, que tiene 52 años, ha estado encarcelada en la prisión de Evin, donde ha estado compartiendo una celda de apenas una quincena de metros cuadrados con 13 o 14 detenidas más. Ha sido condenada en seis ocasiones a una pena total de 13 años y nueve meses de prisión y 154 latigazos, entre otros castigos.

Su abogada en Francia, Chirinne Ardakani, destacó que la premio Nobel sufre "graves patologías" pulmonares que le han causado varios incidentes cardíacos durante su encarcelamiento y han debilitado su salud.

Para Ardakani, las autoridades iraníes con las "condiciones inhumanas de detención" están utilizando con ella una estrategia de "muerte lenta", como lo hacen otros regímenes en el mundo con los opositores.

También reconoció que la comunicación sobre esas condiciones y los mensajes políticos que continúa transmitiendo ahora en libertad "tendrá un costo para Narges Mohammadi", que las autoridades de Teherán le harán pagar, pero ella "considera que su deber es continuar la lucha".

Sin entrar en muchos detalles, la letrada señaló que Narges Mohammadi se encuentra durante este permiso "en un sitio seguro", en concreto "en un domicilio privado" con sus allegados, que en principio su palabra es libre, aunque no puede saber si las autoridades interceptan sus comunicaciones.

Desde Oslo, también por vídeoconferencia, el presidente del Comité del Premio Nobel de la Paz, Jorgen Watne, dijo que en su institución están "profundamente preocupados" por el estado de Narges Mohammadi y reclamaron a las autoridades iraníes que le permitan recibir el tratamiento médico necesario para su salud.

Watne denunció que la activista por los derechos humanos "nunca debería haber sido condenada", que "las acusaciones en su contra son falsas" y que desde Noruega esperan que pronto pueda reunirse con su familia.

Reporteros sin Fronteras (RSF), que ha sido uno de los grandes soportes internacionales de Mohammadi, estuvo representado en la comparecencia por el responsable del departamento para Oriente Medio, Jonathan Dagher, que estimó que su liberación con este permiso "es positiva, pero no es en absoluto suficiente" y que su detención supone "una violación" de sus derechos. EFE

(foto) (vídeo)

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