París, 4 dic (EFE).- Los diputados franceses votan hoy, a partir de las 15 horas GMT, una moción de censura que, salvo imprevisto de última hora, tumbará al Gobierno encabezado por el primer ministro conservador, Michel Barnier, en el puesto desde hace solo tres meses, dejando al país a las puertas de una nueva crisis política.
La Asamblea Nacional francesa tiene dos mociones de censura en la agenda: la presentada por los diputados de la coalición de izquierdas del Nuevo Frente Popular (La Francia Insumisa, los socialistas, los verdes y los comunistas) y otra del ultradechista Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen.
Si no hay sorpresa mayúscula, la primera que se votará -la de los progresistas- prosperará, pues la propia Le Pen adelantó que sus diputados la apoyarían.
El actual hemiciclo es el más fragmentado que se recuerda en las últimas décadas con tres grandes bloques casi a partes iguales: el de la izquierda, el del centro macronista y el de la ultraderecha de Le Pen y sus aliados. Ninguno de ellos es mayoritario por sí solo.
La moción contra el gabinete de Barnier se produce por el rechazo a los Presupuestos Generales de 2025, solo apoyados por los macronistas y la muy minoritaria derecha clásica que representa el propio Barnier (Los Republicanos).
Si la moción prospera, en Francia no se vota a un candidato alternativo, como sucede en otras democracias europeas. Así, cabe al presidente de la República, Emmanuel Macron, buscar una solución, sabiendo que, constitucionalmente, no puede convocar nuevas legislativas hasta mediados de 2025.
Según la prensa, Macron maneja dos nombres que podrían contar con el visto bueno implícito de Le Pen: el del actual ministro de Defensa, Sébastian Lecornu, y el del veterano centrista François Bayrou.
No obstante, desde Arabia Saudí, el presidente dijo confiar todavía en que la moción termine por no prosperar y respondió a los llamamientos para que dimita.
"Eso (dimisión) es política de ficción, no tiene ningún sentido", declaró durante una conversación con periodistas franceses desplazados a Riad.
La Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon, tercer partido en la Asamblea Nacional, es la fuerza que pide explícitamente la dimisión de Macron, al que considera culpable de la inestabilidad política del país desde que el pasado 9 de junio disolviese el hemiciclo y convocase legislativas anticipadas que resultaron en una Asamblea dividida en tres bloques y poco propensa a pactos. EFE