La UE acuerda retrasar un año la aplicación de la ley de deforestación tras desechar las enmiendas de la Eurocámara

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Los negociadores del Parlamento Europeo y del Consejo han alcanzado un acuerdo para retrasar un año la nueva ley que vetará las ventas de productos como el cacao, el café o el aceite de palma que contribuyan a la deforestación de los bosques después de desechar las enmiendas que introdujo la Eurocámara a propuesta del Partido Popular Europeo (PPE). Estos cambios obligaban a reabrir negociaciones entre ambas instituciones, lo que hacía peligrar la moratoria de un año para evitar que las obligaciones se activasen de manera automática en enero de 2025.

La nueva norma, que prohibirá la venta de productos que causen deforestación, está en vigor desde el 29 de junio de 2023, pero la Comisión Europea propuso retrasar su aplicación hasta diciembre de 2025 ante la preocupación de los socios internacionales por la complejidad para cumplir a tiempo con el nuevo marco legal comunitario.

Según el acuerdo provisional, las nuevas reglas que se aplicarán a partir del 30 de diciembre de 2025 en lugar de 2024, pero para que el aplazamiento entre en vigor el texto todavía debe ser aprobado tanto por el Parlamento como por el Consejo y publicado en el Diario Oficial de la UE antes de finales de año.

"Habríamos preferido que varias cuestiones se incluyeran directamente en la ley, pero el Consejo se ha negado", ha lamentado la ponente del Parlamento, la 'popular' Christine Schneider, sobre el rechazo de los Veintisiete a las propuestas de su partido para modificar el texto y crear una nueva categoría de países que no presenten ningún riesgo de deforestación, además de las tres categorías existentes de riesgo "bajo", "normal" y "alto".

De este modo, los países clasificados como "sin riesgo", aquellos con un desarrollo estable o creciente de la superficie forestal, se enfrentarían a obligaciones más laxas, al darse por hecho que el riesgo de deforestación será "insignificante" o "inexistente", un atajo del que podrían beneficiarse competidores como China, además de que podría derivar en una disrupción del Mercado Interior de la UE, ya que no todos los Estados miembro cumplen los mismos requisitos en materia de deforestación.

Estas modificaciones obligaban a un nuevo pronunciamiento por parte del Consejo, que rechazó "casi por unanimidad" de los embajadores, todas las enmiendas del Parlamento Europeo, según confirmaron fuentes diplomáticas a Europa Press.

Ahora, en base al acuerdo para retrasar la aplicación de las reglas, los colegisladores han defendido que esta moratoria no afectará a la esencia de las normas existentes, cuyo objetivo es minimizar la contribución de la UE a la deforestación en todo el mundo, permitiendo únicamente que productos libres de esta huella lleguen en el mercado de la UE.

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