Tiflis, 3 dic (EFE).- Varios miles de georgianos se volvieron a congregar este martes, por sexta jornada consecutiva, en la céntrica avenida Rustaveli, frente al Parlamento de Georgia, para protestar contra la decisión del Gobierno de congelar hasta 2028 las negociaciones de adhesión a la Unión Europea.
Los manifestantes portan banderas georgianas y la Unión Europea entre consignas a favor de la elección europea de Georgia y afirman que no quieren "ser esclavos de Rusia".
Los opositores más radicales, un grupo integrado por varias decenas de personas, periódicamente lanzan contra la policía y las fuerzas antidisturbios petardos y diversos objetos, tensando la situación.
Ante estos hechos el viceministro de Interior de Georgia, Alexandr Darajvelize, llamó a los manifestantes a respetar la ley sobre reuniones y manifestaciones.
El viceministro informó en rueda de prensa de que las protestas de los anteriores cinco días se saldaron con 143 policías heridos y 298 manifestantes detenidos.
Contra cinco de los detenidos se han abierto causas penales, mientras el resto enfrenta causas administrativas.
Las manifestaciones también se han extendido a otras ciudades, en particular Batumi.
Pese a ello, el presidente de la mayoría parlamentaria del partido gobernante Sueño Georgiano, Mamuka Mdinaradze, aseveró que "las instituciones estatales de Georgia funcionan adecuadamente" y las protestas no lograrán desestabilizar al país.
A su vez, el primer ministro, Irakli Kobajidze, reiteró hoy el apego del Gobierno georgiano a la eurointegración y acusó de "fascista" a la presidenta, Salomé Zurabizhivili, por su llamado a que los escolares participaran en las protestas.
El Gobierno anunció además que a partir de este miércoles se llevarán a cabo debates en la televisión pública entre representantes del Gabinete de ministros y personalidades públicas críticas con el actual rumbo del Sueño Georgiano.