Kampala, 3 dic (EFE).- El número de muertos por un deslizamiento de tierra provocado el pasado miércoles por las lluvias torrenciales que golpearon el este de Uganda, en el distrito de Bulambuli, ascendió de 20 a 28 tras el hallazgo de nuevos cuerpos, confirmó la Policía ugandesa.
"El número de víctimas cuyos cuerpos han sido recuperados hasta el momento es de 28 (...). Las labores de búsqueda continúan, con equipos conjuntos de las fuerzas de seguridad, la comunidad local, la Oficina del Primer Ministro y la Cruz Roja, que trabajan incansablemente para localizar más cadáveres", señaló la Policía a través de la red social X, según recogen este martes medios locales.
La Policía detalló que entre las últimas seis víctimas encontradas hay cuatro niños: uno de un año y medio, dos de tres años y otro de cinco.
"Nuestros pensamientos están con las familias y los seres queridos de las víctimas", añadieron las fuerzas de seguridad.
Según informó el pasado sábado la Cruz Roja ugandesa, un total de 750 personas han tenido que abandonar sus hogares por los corrimientos de tierra y 22 heridos fueron trasladados al hospital.
El deslizamiento afectó a los pueblos de Masugu, Namachele, Natola, Nmagugu y Tagalu, situados en una zona cercana a la frontera con Kenia, si bien la Policía destacó que los últimos muertos hallados eran residentes de la primera de esas localidades.
En las imágenes compartidas por la Cruz Roja y por las autoridades ugandesas en redes sociales, se puede ver un enorme torrente de agua con un vehículo atrapado, así como a los equipos de rescate trabajando en la zona donde se produjo el corrimiento de tierra, donde árboles fueron arrancados de raíz, casas arrasadas y grandes cantidades de lodo dificultan los movimientos.
Al otro lado de la frontera ugandesa con Kenia, los condados kenianos occidentales de Kisumu y Busia también sufrieron la pasada semana fuertes inundaciones causadas por lluvias torrenciales, que dejaron al menos doce muertos y obligaron a 3.970 familias a abandonar sus hogares, según confirmó este martes el Gobierno keniano.
El este de África ya se vio sacudido por fuertes precipitaciones en la primera mitad de 2024, durante la temporada larga de lluvias que suele extenderse de marzo a mayo, y que este año se vio agravada por el fenómeno de El Niño, un cambio en las dinámicas atmosféricas ocasionado por el aumento en la temperatura del océano Pacífico.
El pasado mayo, la ONU informó de que al menos 473 personas habían fallecido, 410.350 se habían visto desplazadas y 1,6 millones se vieron afectadas por las lluvias torrenciales y las inundaciones que golpearon, además de Kenia y Uganda, otros países de África oriental, como Tanzania, Somalia, Etiopía y Burundi. EFE