Lisboa, 3 dic (EFE).- Cientos de voluntarios trabajan estos días para organizar las 2.213 toneladas de comida recogidas en los primeros días de la campaña navideña del Banco de Alimentos Contra el Hambre de Portugal, que denuncia un aumento del número de personas y pide que la población done todo el año.
En el caso de la entidad solidaria, la mayoría de las personas que piden ayuda son pensionistas, madres solteras y familias con personas con necesidades especiales a su cargo.
"Solemos atender a personas que viven en los alrededores de Lisboa y Oporto -las principales áreas urbanas del país-, donde hay más oportunidades pero también más precariedad", explicó a EFE la directora de la Federación Portuguesa de Bancos de Alimentos contra el Hambre, Isabel Jonet.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) luso publicados este martes, el 16,6 % de la población se encontraba en riesgo de pobreza en 2023, cuatro décimas porcentuales menos que en 2022. La tasa de riesgo de pobreza correspondía a aquellas personas que cobraban menos de 632 euros brutos al mes.
Con los alquileres disparados –en los últimos cinco años han subido un 42 % de media, según Idealista– a menudo se ven obligadas a destinar todo su sueldo a la vivienda, lo que les impide cubrir otras necesidades básicas como el transporte o la alimentación.
"Para ellas nuestra ayuda es indispensable", lamentó Jonet, quien estimó que gracias a esta recogida podrán alimentar a unas 380.000 personas durante los próximos seis meses en todo el país.
Además de preparar y repartir comidas, en estas fechas los bancos de alimentos refuerzan su labor de acompañamiento.
Jonet celebró la cifra de recaudación de este año, que en dos días de campaña ha logrado movilizar una cantidad similar a la registrada en toda la convocatoria de 2023, pero insistió en que las donaciones se tienen que mantener otros meses y no solo en invierno.
"Es importante que las personas más pobres no se sientan excluidas de la sociedad, que tengan un plato de comida en la mesa", aseguró la directora, que animó a la ciudadanía a donar su tiempo y alimentos a lo largo del año ya que "desgraciadamente, el hambre no entiende de festividades".
"Un plato de comida hecho con amor puede ser la diferencia entre perder o no la esperanza", concluyó. EFE
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