Las autoridades rusas han comparado este lunes las protestas registradas durante los últimos meses en Georgia, donde activistas y opositores acusan al Gobierno de haber "secuestrado" las instituciones del país tras las últimas elecciones, con las manifestaciones masivas que tuvieron lugar en Ucrania a finales de noviembre de 2013, unos eventos de corte europeísta conocidos como Euromaidán.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha señalado que esta ola de protestas tiene como objetivo "desestabilizar" la situación interna en el país en un intento por repetir lo sucedido en Ucrania hace ya más de una década después de que el entonces presidente ucraniano, Viktor Yanukovich, decidiera suspender el acuerdo de asociación con la UE y fortalecer sus relaciones con Rusia.
No obstante, Peskov ha descartado que Moscú esté interfiriendo de forma alguna en este proceso y ha afirmado que "existen situaciones similares en varios países" en la actualidad, tal y como ha expresado durante una rueda de prensa.
"El mayor paralelismo que se puede trazar ahora mismo es con el Euromaidán en Ucrania. Todo apunta a una revolución de este tipo", ha aclarado, según informaciones recogidas por la agencia rusa de noticias Interfax.
"Todo lo que pasa en Georgia es un asunto interno del país. Nosotros no interferimos y no tenemos intención de hacerlo", ha apuntado antes de manifestar que las autoridades georgianas ya están tomando medidas para "estabilizar" la situación y "volver a la calma" a pesar de la insistencia de la oposición de reclamar una repetición electoral tras rechazar los resultados de las parlamentarias de octubre.
Sobre la detención de varios ciudadanos rusos que habrían participado en las protestas, Peskov ha dicho no tener información al respecto. "Es obvio que al atacar a agentes de las fuerzas de seguridad han violado la legislación del país", ha expresado.