Shanghái (China), 2 dic (EFE).- La rentabilidad de los bonos soberanos chinos a 10 años volvió a batir un nuevo mínimo en su serie histórica, comenzada en 2002, ante las apuestas de los inversores por una mayor flexibilización monetaria en el país, donde la recuperación económica sigue antojándose desequilibrada.
Según Bloomberg, el rendimiento de los bonos públicos de referencia bajó hoy de la barrera psicológica del 2 % tras caer por quinta semana consecutiva, llegando a moverse en el 1,9995 %.
Los títulos a 30 años también cedieron 4 puntos básicos hasta el 2,17 % después de que, el mes pasado, cayeran por debajo de sus equivalentes japoneses por primera vez en casi dos décadas.
Cuando los bonos elevan su precio ante una situación de fuerte demanda, los rendimientos -el retorno que un inversor espera recibir cada año hasta su vencimiento- decaen.
Esto es algo que se viene produciendo en China a lo largo de este año -los bonos a 10 años tocaron el 2 % por primera vez en septiembre- incluso pese a que las autoridades, preocupadas por una posible burbuja de liquidez que afecte a la estabilidad financiera, han pasado de las advertencias verbales a la intervención directa.
En un informe publicado en agosto, el Banco Popular de China (BPC, banco central) aseguró que la curva de rendimiento de los bonos "se ha desviado claramente de un nivel razonable y sigue acumulando riesgos financieros".
Y en mayo, el diario del BPC había indicado que ese "nivel razonable" del rendimiento de los bonos gubernamentales debería situarse entre un 2,5 % y un 3 %, acusando a las instituciones financieras que se sumaban al frenesí comprador de "ponerse en corto contra el yuan y la economía china, elevando la presión de flujos de capital hacia el exterior".
La coyuntura refleja la divergencia entre las perspectivas de las autoridades chinas y las de los inversores, que buscan apuestas seguras ante una recuperación económica menos brillante de lo esperado o una larga crisis inmobiliaria, factores a los que ahora se suma la amenaza de una renovada guerra comercial tras el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
Según analistas, los últimos movimientos se deben a las expectativas de un nuevo recorte a los requisitos de reserva bancaria (porcentaje de fondos que un banco no puede prestar), a las condiciones de liquidez favorables y a unos fundamentos económicos todavía endebles, cuestiones que harían más probable una mayor intervención del BPC.
Esto hace que los bonos chinos ofrezcan ahora retornos inferiores a los de la mayoría de sus equivalentes globales, especialmente los de Estados Unidos, algo que también está afectando al yuan, cuyo tipo de cambio 'offshore' (cotizado en mercados internacionales como Hong Kong) se sitúa en mínimos desde julio frente al dólar, apunta Bloomberg.
Y, según la consultora Zheshang Securities, el aumento de compras de bonos por parte de los bancos y el pronóstico de una nueva bajada de tipos de interés en enero harán que los rendimientos del bono a 10 años baje todavía más, hacia en torno a un 1,85 %. EFE