Naciones Unidas, 2 dic (EFE).- La Secretaría General de la ONU pidió este lunes a las partes en conflicto en Siria -cuyos enfrentamientos se reactivaron la semana pasada tras una ofensiva insurgente en el noroeste del país- que cesen las hostilidades para ofrecer "un futuro político y no más derramamiento de sangre".
"Todas las partes deben hacer lo posible para proteger a los civiles (...) Los sirios han soportado el conflicto durante casi 14 años y merecen un horizonte político que les ofrezca un futuro pacífico, no más derramamiento de sangre", afirmó el portavoz del secretario general de la ONU -António Guterres-, Stéphane Dujarric, en rueda de prensa.
El pasado miércoles, una coalición liderada por el Organismo de Liberación del Levante -grupo respaldado por Turquía y creado en 2016 tras escindirse del Frente al Nusra, la que era la filial de Al Qaeda en Siria- inició una ofensiva contra posiciones del Gobierno del presidente Bachar al Asad.
En pocos días ya controlan la totalidad la provincia de Idlib -bastión opositor- y han entrado en Alepo -la segunda ciudad del país-, así como en el norte de la provincia de Hama.
Además, según Dujarric, Guterres está "realmente alarmado por la reciente escalada de violencia" e incide en la "obligación de respetar el derecho internacional humanitario" y en que las partes se sometan a la resolución 2254 del Consejo de Seguridad, que en 2015 reafirmaba su compromiso con la soberanía, unidad e integridad de la República Árabe Siria.
Por otra parte, desde la Secretaría General también informaron que "gran parte" de las operaciones humanitarias de la ONU en Alepo, Idlib y Hama "permanecen suspendidas debido a preocupaciones evidentes de seguridad".
"Los trabajadores humanitarios no pueden acceder a las instalaciones de socorro, incluidos los almacenes. Esto ha afectado gravemente la capacidad de las personas para acceder a asistencia crucial", añadió el portavoz de Guterres.
Hasta el momento, al menos 15 oenegés que distribuyen alimentos, agua, combustible y productos de higiene básicos se han visto perjudicadas por la reapertura del conflicto, según la ONU.
Al menos 417 personas murieron, entre ellas 44 civiles, en los primeros cinco días de ofensiva iniciada por las facciones islamistas respaldadas por Turquía en el noroeste de Siria, de acuerdo al Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Asimismo, Siria y Rusia han atacado a lo largo del domingo diferentes puntos en Idlib y Alepo, con al menos 18 víctimas mortales (entre ellos 5 niños y otros 125 heridos), comunicó el grupo de rescatistas Cascos Blancos. EFE