Turquía insta a "evitar una inestabilidad mayor" en Siria ante la ofensiva rebelde en Alepo

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El Ministerio de Exteriores de Turquía ha instado este viernes a "evitar una inestabilidad mayor" en Siria para que los civiles no sufran daños ante la ofensiva a gran escala por parte del grupo armado Hayat Tahrir al Sham (HTS) y otras facciones aliadas en la provincia de Alepo, en el norte del país.

"Seguimos de cerca el aumento de los ataques contra civiles y contra Turquía por parte de grupos terroristas en Tel Rifaat y Manbij, que están tratando de aprovechar el actual clima de inestabilidad", ha indicado el portavoz del Ministerio, Oncu Keçeli.

Keçeli ha recordado que Ankara lleva advirtiendo tiempo "en diversas plataformas internacionales de que los recientes ataques contra Idlib" por parte de las fuerzas sirias del presidente Bashar al Assad "han alcanzado un nivel que socava el espíritu y la implementación de los acuerdos de Astaná".

En este sentido, se ha referido a que ha habido "numerosas víctimas civiles" en estos ataques por parte del Ejército sirio, que "deben terminar". "Los recientes enfrentamientos han dado lugar a una indeseable escalada de tensiones en la región", ha agregado.

Keçeli también ha indicado que "mantener la calma en Idlib y la región adyacente" es "una prioridad para Turquía". "Turquía cumple diligentemente los requisitos de todos los acuerdos de los que es parte", ha zanjado al respecto.

HTS y otras facciones aliadas han logrado entrar este viernes en dos barrios situados en la periferia de la ciudad siria de Alepo, capital de la provincia homónima (norte), en medio de la ofensiva a gran escala lanzada el miércoles contra las fuerzas gubernamentales.

Este asalto es el primero a gran escala desde que los presidentes de Rusia y Turquía, Vladimir Putin y Recep Tayyip Erdogan, respectivamente, anunciaran un alto el fuego en marzo de 2020 tras meses de combates.

La ofensiva fue lanzada ante el reciente aumento de los bombardeos por parte de Siria y Rusia contra zonas controladas por los rebeldes en la zona del sur de Idlib y ante el aumento del despliegue de militares por parte de Damasco cerca de las líneas de frente, en previsión a una posible ofensiva terrestre en la zona.

Las relaciones entre Ankara y Damasco se deterioraron tras el estallido de la guerra civil en Siria en 2011. Turquía apoyó a los insurgentes de la oposición que buscaban derrocar a Al Assad. Desde entonces, Turquía ha lanzado operaciones militares en su país vecino y también en el norte de Irak.

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