Ginebra, 29 nov (EFE).- Los 166 Estados miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) acordaron este viernes por consenso que la directora general Ngozi Okonjo-Iweala ejerza un segundo mandato al frente a esta entidad multilateral tras ser la única candidata que se presentó.
El segundo mandato de Okongo-Iweala, una economista de Nigeria con amplia experiencia en organismos internacionales y que ha sido la primera mujer y la primera africana en dirigir la OMC, empezará el 1 de septiembre de 2025.
La OMC vive horas bajas por el bloqueo que persiste desde hace años en ciertas negociaciones claves, como las que buscan reducir los niveles de distorsión (creados por subsidios y otras ayudas) en el sector de la agricultura, pero también porque desde hace varios años no puede cumplir plenamente su papel como foro para dirimir en conflictos comerciales entre países, ya que su máxima instancia de apelación no funciona.
Ello debido al veto de Estados Unidos para la nominación de sus integrantes, ya que todos los que cumplían anteriormente ese rol han ido agotando uno tras otro sus mandatos, por lo cual los litigios comerciales que llegan a la OMC no pueden ser vistos hasta la última instancia de su sistema de solución de disputas, que funciona como una suerte de sistema de arbitraje.
El embajador de Noruega y presidente del Consejo General de la OMC (órgano que reúne a los jefes de las delegaciones nacionales), Petter Ølberg, anunció a la prensa la reelección de Okongo-Iweala y afirmó que esta decisión refleja "el amplio reconocimiento a su liderazgo y a su visión estratégica para el futuro de la OMC".
Recordó que esta continuidad en el cargo es también resultado de la ausencia de rivales, ya que nadie presentó una candidatura alternativa.
El diplomático agregó que el consenso en torno a la reelección de la directora general reforzará la capacidad de la organización para enfrentar los problemas globales más urgentes y lograr resultados en momentos en los que el mundo afronta tensiones geopolíticas, incertidumbre económica e importantes retos relacionados con el cambio climático.
Frente a comentarios de observadores exteriores que consideraban que la elección del máximo dirigente de la OMC debía esperar al inicio de la nueva Administración en Estados Unidos, Ølberg enfatizó que se cumplió con el procedimiento establecido y se actuó con sentido participativo y de transparencia, ya que todas y cada una de las delegaciones nacionales fueron consultadas.
"No hay razón alguna para decir que no se trata de un proceso legítimo. Se decidió por consenso y esto fue una señal fuerte", agregó.
Okongo-Iweala recordó por su parte que Estados Unidos participó como el resto de países en el proceso y aseguró que está impaciente por comenzar a trabajar con el gobierno de Donald Trump. EFE