Tokio, 29 nov (EFE).- El primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, afirmó hoy que "buscará el consenso" con fuerzas políticas de la oposición para su Gobierno en minoría, con vistas a garantizar la viabilidad de una legislatura que el partido gobernante afronta muy debilitado tras sus malos resultados electorales.
En un discurso pronunciado este viernes en la Cámara Baja de la Dieta (Parlamento) de Japón, Ishiba quiso tender puentes con otros partidos con vistas a sacar adelante medidas de peso, como el presupuesto extraordinario que el Ejecutivo busca aprobar para financiar medidas que mitiguen el impacto de la inflación en los hogares.
"Me tomo el resultado de las elecciones como una reprimenda de los japoneses por el asunto de los fondos políticos y por nuestra postura sobre las reformas", dijo Ishiba en alusión a los comicios del pasado 27 de octubre, en los que la coalición conformada por el Partido Liberal Democrático (PLD) del primer ministro y la fuerza budista Komeito perdieron su amplia mayoría parlamentaria.
"Desde nuestra coalición, quiero escuchar con atención las opiniones de otros partidos y construir consensos tan amplios como sea posible para proteger la seguridad y el bienestar de los ciudadanos", afirmó Ishiba.
El primer ministro confirmó en este sentido que el Ejecutivo incorporará una propuesta sobre reforma fiscal de la oposición en su nuevo paquete presupuestario.
Se trata de un incremento del umbral de ingresos anuales no sujetos a impuestos desde los actuales 1,03 millones de yenes (unos 6.300 euros), una medida dirigida a aumentar el consumo puesta sobre la mesa por el Partido Demócrata para el Pueblo (PDP), una formación de centro-derecha que se presenta como socio clave de la coalición gobernante para sacar adelante políticas de peso.
Este partido, que se convirtió en la cuarta fuerza política en las últimas elecciones, puso esa reforma fiscal como condición para respaldar el presupuesto complementario que el Gobierno quiere tener aprobado en la sesión parlamentaria extraordinaria que se celebra hasta finales de diciembre.
En concreto, el Ejecutivo aspira a añadir al plan de gasto público para el año fiscal que termina el próximo marzo un paquete de 13,9 billones de yenes (85.853 millones de euros), que incluirá medidas concretas como subsidios para mitigar el incremento de los costes energéticos o ayudas directas de dinero efectivo a los hogares de bajos ingresos.
Muchos analistas consideran que el nuevo paquete económico es una tentativa del primer ministro para aumentar la popularidad de su Gobierno a riesgo de incrementar la carga sobre la salud fiscal del país asiático, que cuenta con una de las mayores tasas de endeudamiento público entre las economías avanzadas.
Durante su discurso, Ishiba también reiteró algunas de sus ideas en política exterior, entre las que destaca su voluntad de mantener "discusiones francas" con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, una vez asuma el cargo el próximo enero.
"Por supuesto que Estados Unidos tiene sus propios intereses, al igual que Japón tiene los suyos. Buscaremos intercambios de opiniones de forma honesta para proteger nuestros intereses compartidos", dijo Ishiba, quien también reafirmó su voluntad de "revisar" el tratado de seguridad que regula la presencia de tropas estadounidenses en Japón para hacerlo más "equilibrado".
Trump, por su parte, ha manifestado en varias ocasiones su intención de reclamar mayor contribuciones financieras a los países aliados que acogen bases estadounidenses en su territorio. EFE
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