Johannesburgo, 29 nov (EFE).- El presidente de Namibia, Nangolo Mbumba, exculpó este viernes a la Comisión Electoral (ECN) por los retrasos para votar, que han provocado la extensión de las elecciones presidenciales y parlamentarias hasta este sábado, pese a que estaba previsto que se desarrollaran el miércoles en una sola jornada.
"Deberíamos haber hecho una mejor organización. Pero debíamos dejar que la ECN hiciera su trabajo (...). Les damos las gracias por lo que han hecho. No vamos a culparles de esto o aquello", declaró Mbumba en una comparecencia ante los medios desde la State House, sede de la Presidencia namibia en Windhoek.
El presidente saliente, que no opta a la reelección, lamentó algunas irregularidades como las largas filas y la escasez de papeletas: "Eso es algo que no debería ocurrir", afirmó.
"Lo que esperamos, por la gracia de Dios, es que para mañana o para el domingo tengamos una buena idea de adónde nos llevan los resultados, si no el resultado final, porque quiero que el lunes todo el mundo se ponga a trabajar", expresó Mbumba sobre el recuento de votos, que, en un principio y antes de la ampliación de la votación, debía confirmarse este sábado.
Asimismo, pidió a todos los líderes del extenso y desértico país del sur de África -"líderes políticos, religiosos, tradicionales, comunitarios, pastores de aldea y todos los demás"- que se ocupen de que sus pueblos "viven en paz hasta que se anuncie el resultado final".
La votación continúa este viernes en algunas localidades del país después de que la ECN decidiera extender el voto hasta el sábado por los largos retrasos sufridos en algunos colegios.
Tras recibir quejas de diferentes partidos políticos, la presidenta de la ECN, Elsie Nghikembua, admitió este jueves que varios factores como la falta de papeletas o máquinas de verificación defectuosas impidieron a algunas personas ejercer su derecho democrático durante la jornada electoral del miércoles.
La ECN anunció esta medida después de que la oposición namibia cuestionara los comicios, que calificó de "vergüenza de elección", y la decisión de extender la votación en algunos centros del país.
Más de 1,4 millones de votantes registrados estaban llamados el miércoles a elegir a su próximo presidente y a 96 miembros de los 104 escaños que componen la Asamblea Nacional (Cámara baja del Parlamento) de este extenso y desértico país del sur de África.
Quince candidatos optan a la Presidencia tras la muerte el pasado febrero del presidente, Haige Geingob (2015-2024).
La candidata oficialista es la actual vicepresidenta e histórica militante de la gobernante Organización Popular del Sudoeste de África (SWAPO, en inglés), Netumbo Nandi-Ndaitwah, que, de ganar, se convertiría en la primera mujer en presidir Namibia.
Su principal rival es Panduleni Itula, del partido de los Patriotas Independientes por el Cambio (IPC), que irrumpió con fuerza en las elecciones presidenciales de 2019 -aún como independiente- con casi el 30 % de los votos, el mejor resultado de la oposición desde la independencia del país.
Si Nandi-Ndaitwah no logra la victoria, los namibios vivirían un momento histórico, pues sería la primera vez que el partido gobernante pierde unas elecciones desde la independencia del país de Sudáfrica en 1990.
Conocida por su estable democracia y su riqueza en minerales, y pese a unas políticas macroeconómicas que le han permitido reducir la pobreza y convertirse en un país de ingresos medios-altos, Namibia sigue teniendo una de las sociedades más desiguales del mundo, solo por detrás de Sudáfrica, según el índice de Gini. EFE