Moscú, 29 nov (EFE).- El Kremlin condenó este viernes el ataque de insurgentes islamistas en la provincia siria de Alepo y rehusó comentar las informaciones en los medios sobre una visita no anunciada del presidente sirio, Bachar Asad, a Moscú para reunirse con su homólogo Vladímir Putin.
"Por supuesto, se trata de un atentado contra la soberanía siria en esa región. Abogamos por que las autoridades sirias restablezcan rápidamente la situación en esa zona y el orden constitucional", dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa diaria.
Al ser preguntado sobre si Asad se encuentra en Moscú, como sostienen algunos medios y canales de Telegram, Peskov aseguró que no tiene "nada que decir" al respecto.
Según informaciones no confirmadas, el presidente sirio llegó a la capital rusa el jueves y hoy podría reunirse con el jefe del Kremlin, con quien se entrevistó por última vez en Moscú en julio de este año.
Al menos 242 personas, entre ellas 24 civiles, han muerto en tres días de choques entre el Ejército sirio -apoyado por la aviación de Rusia- y facciones islamistas opositoras a Damasco respaldadas por Turquía en la provincia de Alepo, en el norte de Siria, informó este viernes una ONG.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos indicó que, en tres días, al menos 135 combatientes de la alianza islamista Organismo de Liberación del Levante -antiguo Frente al Nusra- y de otras facciones opositoras aliadas han muerto en las zonas rurales de Alepo y la vecina Idlib, considerado el último bastión opositor en Siria.
Se trata de la primera ofensiva a gran escala de los insurgentes en casi cinco años en el norte de Siria.
La alianza islamista controla la mayor parte de la vecina provincia de Idlib, donde desde 2020 está en vigor un alto el fuego acordado por Turquía -valedora de la oposición siria- y Rusia.
Esta ofensiva se produce en un momento en el que Turquía busca restablecer lazos diplomáticos con Damasco, aunque Asad ha afirmado que Ankara debe retirar sus tropas presentes en varias zonas del norte de Siria y dejar de apoyar a grupos opositores para avanzar hacia el restablecimiento de relaciones, que se rompieron al inicio de la guerra civil siria hace 13 años. EFE