Aumenta la tensión entre el Gobierno de Somalia y la región sureña de Jubaland

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Mogadiscio, 29 nov (EFE).- Somalia se encuentra esta semana inmersa en una crisis política por el conflicto desatado entre su Gobierno federal y el estado sureño de Jubaland, que ha suspendido sus relaciones con Mogadiscio, por desacuerdos en cuanto al sistema electoral y el liderazgo de la región.

En un comunicado recogido por medios locales a última hora de este jueves, el Gobierno regional de Jubaland acusó al presidente somalí, Hassan Sheikh Mohamud, de socavar la unidad y el federalismo de Somalia y de "violar la Constitución, abusar de su poder y fomentar la división y la corrupción".

"El Gobierno de Jubaland ha suspendido de manera oficial y completa las relaciones y la cooperación con el Gobierno federal de Somalia", según el comunicado.

La crisis se agravó este lunes cuando Ahmed Mohamed Islam Madobe fue elegido por el Parlamento de Jubaland como presidente del estado para un tercer mandato, una elección considerada "ilegal" por el Gobierno federal porque el exseñor de la guerra ya había cumplido el máximo constitucional de dos mandatos.

El miércoles, un tribunal de Mogadiscio emitió una orden de arresto contra Madobe a petición de la Fiscalía, que acusa al líder regional de "alta traición" y de compartir información sensible con un país extranjero, si bien no aportó pruebas sobre ello.

El mismo día, la Fiscalía de Jubaland emitió otra orden de arresto contra el presidente Mohamud mediante un tribunal de primera instancia en la importante ciudad costera de Kismayo, al acusarlo de traición y de incitar una guerra civil, entre otros.

Este conflicto se da en el marco de los esfuerzos de Somalia para implantar un sistema electoral de sufragio directo universal en el país, donde rige un complejo sistema indirecto basado en los clanes, pieza esencial del engranaje social somalí.

Así, los respetados ancianos de esos clanes escogen a los delegados que nombran a los diputados y senadores del Parlamento, que ven los asientos distribuidos de manera proporcional entre los principales clanes. A su vez, esos legisladores eligen después al presidente, en un sistema que se replica a nivel regional.

El pasado mes de marzo, el Parlamento de Somalia aprobó enmiendas constitucionales que introdujeron por primera vez desde 1969 el sufragio universal directo en el país.

Entonces, en otra muestra de las tensiones entre el Gobierno federal y los cinco estados semiautónomos que componen el país, el norteño estado de Puntland se opuso al cambio, al afirmar que Mogadiscio no tiene poder para cambiar la Constitución.

Tras meses de conversaciones y todavía con la oposición de Jubaland y Puntland, los líderes de los otros estados somalís -Galmudug, Hirshabelle y Suroeste- acordaron el pasado octubre la implantación del sufragio universal directo en las elecciones previstas para 2025.

Mientras, el Parlamento nombró este miércoles en una caótica sesión interrumpida por legisladores de Jubaland a los 18 miembros de la nueva Comisión Nacional Independiente de Elecciones, que gestionará tanto los comicios federales como los regionales.

El Ejecutivo somalí quería que se aplicara el sufragio universal directo en las elecciones de Jubaland, pero la región ha rechazado la injerencia federal y la extensión de los mandatos de los presidentes regionales, una medida que Mogadiscio considera necesaria para ganar tiempo en la preparación del nuevo sistema electoral.

En el marco de la escalada de tensiones y tras la victoria de Madobe el lunes, el Gobierno somalí desplegó tropas federales de una unidad de élite en Jubaland, lo que hizo saltar las alarmas sobre un posible enfrentamiento con las fuerzas regionales.

Las autoridades militares, sin embargo, argumentaron que el despliegue se produjo para tomar el relevo de los soldados kenianos de la misión de la Unión Africana (UA) que combate al grupo yihadista somalí Al Shabab, cuyo mandato acaba este mes de diciembre, antes de verse sustituida por una nueva misión en 2025. EFE

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