Bruselas, 28 nov (EFE).- La creciente amenaza en Bélgica a los magistrados es una "amenaza" al Estado de derecho, dijo este jueves el ministro de Justicia, Paul Van Tigchelt (del partido liberal flamenco Open VLD), tras una carta de los presidentes de la asociación de jueces de instrucción denunciando las presiones a las que se ven sometidos.
"Cualquier amenaza dirigida a un magistrado es un ataque directo al Estado de derecho y, por tanto, inaceptable", afirmó el ministro Paul Van Tigchelt al diario flamenco De Standaard.
Los presidentes de la asociación de jueces de instrucción Philippe Van Linthout y Jean-Louis Doyen han denunciado en una misiva la situación que afecta a los magistrados.
"Un colega juez de instrucción está bajo vigilancia especial. Otro colega tuvo que esconderse y lleva meses viviendo en un escondite bajo fuerte vigilancia policial", indica la carta, según recoge la radiotelevisión francófona belga RTBF.
Esa creciente inseguridad que afrontan los magistrados está vinculada con las investigaciones sobre la delincuencia organizada, que incluyen a personas que han sido condenadas o se encuentran en prisión preventiva, algunas de las cuales son consideradas capos internacionales de la droga.
"En los teléfonos móviles incautados a los delincuentes encontramos los nombres y números de matrícula de los jueces de instrucción", señaló el juez Van Linthout.
"Nuestros propios edificios son catastróficos: son viejos y mal asegurados. Además, las cárceles están superpobladas y, por lo tanto, no podemos encerrar a las personas que deben estar allí. Además, son tan herméticas como un colador, si juzgamos por el número de teléfonos móviles que circulan en sus celdas. Desde ellas, los presos pueden permanecer activos y, por tanto, amenazarnos a nosotros también", explicó el magistrado.
La creciente inseguridad ha llevado a que los jueces de instrucción reciban protección especial y que uno de ellos tenga que vivir en una "casa segura", informó por su parte la agencia Belga.
"No se trata de un caso aislado. Los magistrados están amenazados, pero también periodistas y políticos han tenido que residir en un refugio", explicó hoy el ministro.
Según Van Tigchelt, existe "una crisis de narcoterrorismo" y "las autoridades públicas deben adaptarse a ella".
La radiotelevisión flamenca VRT indicó, por su parte, que los jueces de instrucción han exigido medidas y presupuestos al futuro gobierno federal.
"Nuestro trabajo es una vocación. Como jueces de instrucción, estamos disponibles día y noche. Por lo tanto, debemos estar mejor supervisados, sin tener que temer por nuestras vidas y las de nuestras familias. De lo contrario, socavamos el poder judicial", concluyó Van Linthout. EFE