McDonald pone a prueba su liderazgo en el Sinn Féin en unas reñidas elecciones irlandesas

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Dublín, 28 nov (EFE).- Mary Lou McDonald, líder del izquierdista Sinn Féin (SF) y de la oposición, se juega en las elecciones irlandesas de este viernes gran parte de su autoridad al frente del antiguo brazo político del ya inactivo IRA tras dos años turbulentos, pese a que ha remontado durante la campaña y mira cara a cara a los otros dos grandes partidos nacionales.

La formación de McDonald llegó a ser la más votada en los comicios generales de 2020, pero le superó por un escaño el centrista Fianna Fáil gracias al complejo sistema electoral de transferencia de sufragios.

La dirigente nacionalista tampoco fue capaz entonces de formar gobierno ante la falta de apoyos en el espacio progresista y recibió críticas por su estrategia electoral de limitar el número de candidatos, que de haber sido mayor le hubiese reportado más diputados, en virtud del citado traspaso de votos.

El SF se ha mantenido como el partido más popular en las encuestas hasta hace apenas dos años, cuando superó el 35 % de apoyo y situaba a McDonald, de 55 años, como la favorita para convertirse en el primer dirigente de los republicanos al frente de un Ejecutivo en Dublín.

No obstante, varios escándalos sexuales, luchas internas y cierta ambigüedad en su política migratoria -clave para sus votantes de las zonas más desfavorecidas- han minado sus opciones, si bien en la recta final de la campaña obtiene en torno al 20 % de apoyo, similar a centristas y democristianos.

McDonald elevó en esta ocasión el número de candidatos y ha vuelto a centrar su campaña en torno a la grave crisis de la vivienda, la sanidad o el coste de la vida, sin olvidar el objetivo histórico de la reunificación de Irlanda en un referéndum que quiere convocar antes de 2030.

Mary Lou tomó las riendas del SF en 2018 para renovar la imagen de un partido dirigido durante más de tres décadas años por Gerry Adams, que cedió así el testigo a una generación sin vínculos con el pasado conflicto en la isla.

Nacida en el sur de Dublín en el seno de una familia acomodada, McDonald ha guiado el proceso de cambio en un partido dominado durante décadas por "hombres duros", curtidos en el activismo político y armado y procedentes, en su mayoría, de la provincia británica de Irlanda del Norte.

La dirigente es la cara amable del movimiento republicano, cuyo pasado violento aún le resta votos en las urnas, sobre todo en la República de Irlanda, donde es la segunda fuerza en el Parlamento de Dublín.

A diferencia de históricos como el fallecido Martin McGuinnes o Adams, McDonald no se educó en la "escuela de la calle", sino en la prestigiosa universidad Trinity College de Dublín, mayoritariamente protestante hasta que la Iglesia católica irlandesa eliminó en 1970 una norma con la que prohibía a sus feligreses enrolarse sin permiso.

También cursó estudios en la Universidad de Limerick (suroeste) y en la Universidad de la Ciudad de Dublín (DCU), donde completó su formación en Literatura Inglesa, en Estudios de Integración Europea y en Gestión de Recursos Humanos, según refleja su perfil en la web del Sinn Féin.

Entre 2004 y 2009 fue diputada en el Parlamento Europeo por la circunscripción de Dublín, escaño que dejó dos años después para ocupar un asiento en el Dáil (Cámara Baja irlandesa), donde se ha labrado una reputación como competente oradora.

Desde 2009 fue la vicepresidenta del SF y "número dos" de Adams en el sur de la isla, un tándem que le allanó el camino para acceder al poder sin oposición.

Aunque no proviene de una familia ligada al partido, como muchos de sus compañeros, militó hasta 1998 en el centrista y republicano moderado Fianna Fáil, el partido que más veces ha gobernado la República de Irlanda desde que se escindió del Sinn Féin en 1926.

En este sentido, es vista como la pieza que le faltaba al antiguo brazo del IRA para acabar con la hegemonía del FF y ampliar en las urnas su base electoral, que en el sur se nutre principalmente de los votos de la clase trabajadora.

Casada y madre de dos hijos, McDonald cuenta con otra mujer como máxima dirigente de la formación en la región británica de Irlanda del Norte y ministra principal en el Ejecutivo de poder compartido, Michelle O'Neill,

Ambas comparten un perfil similar, pues representan a una camada de republicanos que no tienen conexiones con la antigua lucha armada y al tiempo que reiteran su compromiso con la vía democrática y el proceso de paz, también hablan con respeto de los "héroes" y exmiembros del IRA, lo que ha generado polémicas en este país. EFE

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