Lisboa, 28 nov (EFE).- El fútbol portugués mantiene su apuesta por los entrenadores del país, en alza tanto en la Liga lusa como en las grandes ligas mundiales, donde técnicos como Rubén Amorim o Paulo Fonseca continúan el legado iniciado por José Mourinho o Carlos Queiroz.
La reciente marcha de Amorim al Manchester United obligó al campeón, el Sporting, a buscar una alternativa, y la elección recayó João Pereira, exjugador del Valencia que entonces dirigía al filial de los 'leones'.
La apuesta del Sporting es similar a la del Oporto, dirigido por Vítor Bruno, ayudante de su anterior entrenador, mientras que el Benfica volvió a recurrir a un técnico formado en la casa, Bruno Lage, tras la destitución del alemán Roger Schmidt.
Otro grande, el Braga, ambiciona el podio bajo la dirección de Carlos Carvalhal, extécnico del Celta de Vigo, que regresó al inicio de esta campaña al club de su ciudad natal, al que representó como futbolista y entrenador.
Es una tendencia que se repite en el resto del campeonato portugués, donde sólo dos de los 18 equipos (Boavista y Estoril) no están dirigidos por entrenadores locales.
El éxito de estos preparadores no ha pasado desapercibido para los clubes de las principales ligas europeas, como la Premier League y la Serie A, precisamente dos competiciones ganadas varias veces por Mourinho.
En Inglaterra, el Manchester United ha depositado sus esperanzas en Amorim para volver a la senda de la victoria, mientras que el Nottingham Forest intenta mantenerse en la categoría con Nuno Espírito Santo y el Fulham destaca con Marco Silva.
Mientras tanto, en Italia, Paulo Fonseca intenta devolver al AC Milan a lo más alto del 'calcio'.
Los entrenadores "Made in Portugal" también se lucen en el fútbol latinoamericano, especialmente en Brasil.
El Botafogo, equipo carioca dirigido por Artur Jorge, está a sólo cuatro puntos del título, teniendo como principal competidor al Palmeiras de su compatriota Abel Ferreira, con dos Libertadores en su currículum con el cuadro paulista.
La próxima temporada, a ambos se unirá el Recife, que ha regresado a la máxima categoría brasileña de la mano de Pepa.
Y en México, Renato Paiva intenta llevar al Toluca a las semifinales del Apertura.
Paradójicamente, la propia selección de Portugal no está dirigida por un portugués, sino por un español, Roberto Martínez, que acaba de llevar al combinado de Cristiano Ronaldo hasta los cuartos de la Liga de Naciones sin conocer la derrota. EFE
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