China necesitará otros 1,4 billones de dólares para espolear el consumo, según HSBC

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Shanghái (China), 28 nov (EFE).- China necesitará otros 10 billones de yuanes (1,4 billones de dólares, 1,3 billones de euros) para estimular el consumo a nivel nacional y restablecer la confianza de los inversores, según un informe de la rama de gestión de activos del mayor banco de Europa, HSBC.

El dossier, citado hoy por el diario hongkonés South China Morning Post, apunta que Pekín debe apostar por el impulso a la demanda interna ante el incipiente recrudecimiento de la guerra comercial con Estados Unidos una vez que Donald Trump regrese a la Casa Blanca y una crisis inmobiliaria que no da muestras de remitir.

Caroline Yu Maurer, analista de HSBC Asset Management, cree que la mencionada cantidad sería suficiente para reactivar el consumo y conseguir que los inversores vuelvan a creer en las acciones chinas.

En su opinión, no sería necesario inyectarla de golpe y ni tan siquiera hacerlo todo en un mismo año, pero sí cree que los inversores necesitan ver iniciativas palpables en esa dirección.

"Creemos que vamos a ver más estímulos para apoyar el crecimiento económico el año que viene", apuntó la analista, que prevé que estas iniciativas librarán un "forcejeo" contra el impacto de la guerra comercial con EE. UU. a lo largo de 2025, traduciéndose en "algo más de volatilidad e incertidumbre".

Desde finales de septiembre, las autoridades chinas han anunciado un goteo de medidas de apoyo que han dado pie a repuntes no vistos en años en los mercados chinos, pero ese efecto se desinfló tras la decepción por un paquete de estímulos fiscales centrado principalmente en el canje de la 'deuda oculta' de los gobiernos regionales y locales del país en lugar de en ayudas al consumo.

Y los consumidores chinos se muestran más cautelosos que nunca: según una encuesta del banco central, un 62 % de los participantes indicaron que buscarían ahorrar aún más en el futuro, una cifra que roza máximos históricos y refleja reticencias al gasto. Además, solo un 13,3 % dijeron que tienen intención de invertir, la tasa más baja registrada.

La baja demanda nacional e internacional, unida a riesgos de deflación, estímulos insuficientes, una crisis inmobiliaria que no ha tocado fondo o una falta de confianza en el seno de los consumidores y el sector privado son algunas de las causas que esgrimen los analistas para explicar lo que ocurre en la segunda mayor economía mundial.

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