De TikTok a sermones de Iglesia: cómo Georgescu sorprendió en las presidenciales rumanas

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Luis Lidón

Bucarest, 27 nov (EFE).- La sorpresiva victoria el pasado domingo de Calin Georgescu, un ultra prorruso que se cree un "enviado" de Dios, en la primera vuelta de las elecciones presidenciales rumanas surge de una campaña que mezcla lo digital y lo tradicional: mensajes virales en TikTok y recomendaciones desde el púlpito de las iglesias.

Georgescu, que no contaba con el respaldo de ningún partido, convirtió el 6 % que le daban las encuestas en una clara victoria con el 23 % de los votos, gracias, en parte, a una enorme viralización de sus videos en redes sociales.

El próximo día 8 de diciembre concurre en la definitiva vuelta electoral para elegir al jefe del Estado, junto a la segunda candidata más votada en la primera ronda, la derechista europeísta Elena Lasconi

El candidato ultra centró su campaña en las redes sociales, especialmente TikTok, donde sus vídeos se visualizaron cientos de millones de veces en una estrategia bien organizada que incluía a 'influencers' que replicaban sus mensajes, según un análisis del "think tank" Expert Forum.

Georgescu, de 62 años, logró así un crecimiento explosivo en TikTok -pasó de unos 30.000 seguidores en septiembre a los más de 360.000 actuales- en una visibilidad "repentina" y "artificialmente creada".

Los vídeos, cuidadosamente editados, incluyen fragmentos de sus discursos con subtítulos agresivos y mensajes directos acerca de temas nacionalistas, cristianos, pseudocientíficos, conspirativos y críticos con la ayuda a Ucrania para defenderse de la invasión rusa.

Su campaña, titulada "Alimento, Agua, Energía", reitera mensajes como: "El 90 % de los alimentos en este país son importados, lo que considero un crimen contra el pueblo rumano".

El mensaje con más visualizaciones, 1,3 millones y casi 96.000 'likes', fue el siguiente: "Apoyo a Ucrania en la guerra con Rusia. Pero rechazo continuar el apoyo económico y militar a Ucrania en la guerra iniciada por Rusia. Apoyo la PAZ y considero que estamos siendo arrastrados a un conflicto debido a intereses ocultos".

Según otro análisis del portal informativo G4Media, "voluntarios" organizados a través de grupos de la plataforma de mensajes Telegram recibían material listo para publicar y detalladas instrucciones sobre cómo manipular los algoritmos para conseguir viralizar los vídeos.

La estrategia de centrar la campaña en las redes tuvo éxito, como demuestran los estudios sobre el perfil de sus votantes: jóvenes, desencantados con la política y sin estudios superiores.

Casi un tercio de los votantes entre los 18 y 24 años votaron por Georgescu, según los análisis del centro demoscópico INSCOP. También recibió un gran respaldo entre los votantes de 25 a 34 años (26 %) y entre los de 35 a 44 (28 %).

El apoyo desciende a partir de esa franja de edad y entre los mayores de 65 años es de sólo el 8 %.

Sus votantes, además de personas sin formación superior y especialmente afectadas por la subida de los precios, se sitúan en su mayoría en zonas rurales y ciudades pequeñas, donde hay menos oportunidades laborales en el segundo país más pobre de la Unión Europea.

Otro factor crucial en la victoria fue el voto de la diáspora, especialmente de rumanos residentes en países como Reino Unido, Francia, Italia, Alemania y España.

Los rumanos residentes en el extranjero -más de cinco millones- mostraron una clara preferencia por candidatos antisistema como Georgescu y George Simion, que sumaron el 55 % de los votos. Ambos dirigieron parte de su discurso hacia los resentimientos y temores de la diáspora.

Georgescu repitió la necesidad de crear oportunidades para que los emigrantes puedan regresar a su país y evitar así que sus hijos crezcan en un Occidente "ateo" y pierdan sus raíces culturales.

Medios rumanos y analistas sostienen que sacerdotes ortodoxos actuaron como promotores electorales de Georgescu. Atraídos por su discurso soberanista, ultracristiano y antioccidental, recomendaron votar por ál desde los púlpitos.

El politólogo Cristian Pirvulescu explica a EFE que ya en las elecciones de 2020 la Iglesia Ortodoxa apoyó a la formación ultraderechista AUR.

Sin embargo, la relativa moderación emprendida por George Simion al frente de AUR fue vista como una "traición" y prefirieron respaldar al más radical Georgescu, que suele decir que "la única ciencia verdadera es Jesucristo".

El analista recuerda que las ideas acientíficas de Georgescu son también bien recibidas en la Iglesia Ortodoxa, responsable en parte de que Rumanía fuera el país de la UE con mayor rechazo a la vacuna contra la covid.

También los cultos evangélicos han sido importantes.

"Se estima que cerca de un millón de votantes provienen de congregaciones evangelicas y, especialmente, pentecostales. Estas comunidades, con afinidades hacia figuras como Trump y simpatías por las ideas de(el presidente ruso Vladímir) Putin, han demostrado una notable capacidad para movilizar votantes", concluye Pirvulescu. EFE

(foto)

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