Luanda, 27 nov (EFE).- Amnistía Internacional (AI) denunció este miércoles que la policía de Agola mató al menos a 17 personas e hirió a decenas de ellas durante las protestas antigubernamentales que tuvieron lugar entre noviembre de 2020 y junio de 2023, por lo que pidió a las autoridades del país que hagan rendir cuentas a la institución policial.
En un informe titulado 'Promesas rotas: manifestantes atrapados entre gases lacrimógenos, balas y porras en Angola', la organización describe "un patrón de uso excesivo e innecesario de la fuerza por parte de la Policía bajo el mandato del presidente angoleño João Lourenço".
La investigación se centra en once protestas, en las que AI comprobó que los agentes hicieron uso de gases lacrimógenos e incluso munición real contra los manifestantes.
Esta represión se saldó con al menos 17 muertos, así como heridos y detenidos de manera arbitraria, "en violación del derecho angoleño e internacional", según el informe.
"La investigación documenta la muerte por disparos de un niño, quemaduras en las extremidades causadas por los botes de gas lacrimógeno lanzados contra la multitud y crueles palizas bajo custodia policial que han dejado profundas cicatrices físicas y emocionales", enumeró la directora regional adjunta de AI para África Oriental y Meridional, Khanyo Farisè.
Reprochó AI que las autoridades angoleñas "no hayan hecho rendir cuentas a nadie" y subrayó que las víctimas y sus familias "merecen justicia ya".
La organización pro derechos humanos también urgió a la Policía a "dejar de agredir a los manifestantes y respetar y defender el derecho de todas las personas a la libertad de reunión".
Como ejemplos, AI citó la muerte por herida de bala de un joven de 26 años el 11 de noviembre de 2020 durante una protesta en la capital, Luanda, contra el aplazamiento de las elecciones municipales, y de otros dos hombres de 32 y 35 durante una huelga sindical el 26 de mayo de 2022.
También mencionó el asesinato de al menos diez personas durante una protesta contra el alto coste de la vida en la ciudad de Cafunfo, en la provincia de Lunda Norte (noreste), dedicada a la extracción de diamantes, en enero de 2021.
AI denunció asimismo agresiones con porras a manifestantes a los que causaron traumatismos, heridas e incluso provocaron la pérdida del conocimiento.
En una marcha por los controvertidos resultados electorales del 27 de agosto de 2022 en la ciudad de Benguela (centro-oeste), "tres policías golpearon con porras hasta tirarlo al suelo a António Feliciano Buengue Pongoti (un manifestante), le metieron una granada en la boca y lo azotaron en las nalgas", dice el documento de AI.
"La violencia policial contra manifestantes en Angola bajo el Gobierno de Lourenço es escalofriante. Estas agresiones han dejado a menudo efectos debilitantes y duraderos en las víctimas y sus familias, dificultándoles aún más ganarse la vida de forma decente y digna", expresó Farisè.
Sin embargo, los agentes no han rendido cuentas y en los pocos casos en los que se prometieron investigaciones oficiales, las autoridades no hicieron públicas sus conclusiones, según lamentó AI.
La organización pidió una explicación oficial sobre las denuncias de violaciones de derechos humanos y las medidas adoptadas para hacer justicia a las víctimas, pero no obtuvo respuesta.
"La depravación de estos crímenes solo es comparable al desprecio por la justicia que siguió", manifestó Farisè.
Otras organizaciones pro derechos humanos han venido denunciando la represión de la voces disidentes en Angola y, durante la pandemia del coronavirus, documentaron varios asesinatos cometidos por las fueras de seguridad. EFE