La identificación de asteroides en una trayectoria potencial de colisión con la Tierra puede afinarse gracias a un avance en la forma de rastrear sus órbitas con mayor precisión.
Teniendo en cuenta un fenómeno identificado por primera vez por Isaac Newton y confirmado más tarde por Albert Einstein, investigadores han ideado una forma de determinar con precisión las posiciones de objetos menores en el sistema solar.
Entre ellos se incluyen los del Cinturón de Kuiper, una región de objetos helados que incluye a Plutón y otros planetas enanos más allá de la órbita de Neptuno, y una vasta capa esférica helada llamada Nube de Oort, que es la región más distante de nuestro sistema solar y hogar de muchos cometas de período largo.
En un nuevo artículo publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, se ha presentado un cálculo preciso del ángulo de curvatura gravitacional de la luz (GBL) por un objeto masivo estático, como el Sol o planetas que se mueven lentamente.
Newton fue el primero en proponer la curvatura de la luz por la gravedad, aunque fue Einstein quien fue más allá y más profundo cuando publicó su teoría de la relatividad general en 1915. Esta predijo con éxito el ángulo de desviación de la luz de las estrellas distantes que rozan el borde solar.
ECUACIÓN EXACTA
Ahora, el profesor Oscar del Barco Novillo, de la Universidad de Murcia, ha propuesto una ecuación exacta para el ángulo GBL cuando tanto la fuente como el observador se colocan a cualquier distancia de la masa gravitatoria estática.
Esto es importante porque puede permitir a los astrónomos establecer las ubicaciones exactas de los asteroides y objetos menores en el sistema solar, lo que permite un cálculo más preciso de sus órbitas alrededor del Sol y facilita la detección de objetos potencialmente peligrosos para la Tierra.
La esperanza es que incluso proporcione una ubicación más precisa de la estrella más cercana a nuestro planeta después del Sol, llamada Próxima Centauri, que está a 4,25 años luz de distancia y se cree que tiene tres exoplanetas orbitando a su alrededor. Si se puede determinar su paradero exacto, esto también ayudaría a estimar con precisión las órbitas de sus planetas.
"Nuestro estudio, que se basa en un modelo de óptica geométrica, proporciona una ecuación exacta para el cálculo más preciso hasta la fecha del ángulo GBL de un objeto masivo estático, como el Sol o los planetas del sistema solar", dijo el profesor Novillo en un comunicado de la Royal Astronomical Society (RAS).
"Esto podría tener implicaciones en el posicionamiento preciso de estrellas distantes, así como en la ubicación correcta de objetos menores del sistema solar como asteroides, para una mejor estimación de sus órbitas exactas. Como consecuencia, diferentes ramas de la astronomía y la astrofísica, como la mecánica celeste o la dinámica estelar, podrían beneficiarse de este nuevo resultado".
El cálculo también puede ayudar a localizar con mayor precisión galaxias distantes que están distorsionadas y magnificadas por grandes cantidades de masa intermedia, como los cúmulos de galaxias, debido a la débil lente gravitacional. Este avance es importante en el campo de la astrometría, una rama de la astronomía que implica mediciones precisas de las posiciones y movimientos de las estrellas y otros cuerpos celestes.
Incluso podría generar mapas más precisos de la distribución de masas en cúmulos de galaxias, particularmente en la era de la misión Euclid de la Agencia Espacial Europea, que reveló sus primeras imágenes el año pasado. La nave espacial tiene la tarea de investigar cómo la materia oscura y la energía oscura han hecho que nuestro Universo se vea como es hoy.
Durante los próximos seis años, Euclid observará las formas, distancias y movimientos de miles de millones de galaxias hasta 10 mil millones de años luz, con el objetivo de crear el mapa cósmico en 3D más grande jamás realizado.